Desde que quedara aprobado el Real Decreto 11/2017, de 23 de Junio, en el que, por cierto, se viene a reconocer el protagonismo en materia de inclusión financiera y de financiación de la actividad económica local de las cooperativas de crédito, las 29 Cajas Rurales que conforman el solvente Grupo Caja Rural, se ha venido trabajando de forma conjunta para poner en marcha el Mecanismo Institucional de Protección (MIP), uno de los dos instrumentos que el citado decreto recoge para fortalecer aún más su modelo de solvencia. Ha quedado cerrado antes de finalizar el año 2017 y, en los primeros meses de 2018, se procederá a dar los pasos para agrupar en torno al mismo al Banco Cooperativo Español y a la Asociación Española de Cajas Rurales. Con ello se creará un fondo económico que permitirá que estas entidades de crédito adopten políticas y estrategias para mejorar su resistencia a los riesgos que pueden surgir en el ejercicio de su actividad, así como facilitar el cumplimiento de los requisitos establecidos por la nueva regulación financiera y adecuarla a los estándares internacionales y europeos, tal y como indicaba el Real Decreto.
Caja Rural del Sur ha participado de manera muy activa en este proceso, como ya lo hizo en 1990 con la constitución del Banco Cooperativo de Crédito, cuya presidencia se ha ocupado, en dos fases, durante 23 años de los 27 de existencia. Esto da una buena idea del protagonismo de nuestra entidad -que opera en las provincias de Málaga, Cádiz, Córdoba, Sevilla y Huelva- en el conjunto del sistema de crédito cooperativo español, que gana por día mayor cuota de mercado y mantiene su senda de crecimiento y fortaleza.
En el año 2017, la Agencia Fitch Ratings ha mantenido a Caja Rural del Sur el rating ‘BBB’, lo que nos consolida en el grupo de cabeza de la banca española. No debemos olvidar el marco andaluz en el que operamos y, para ello, hay que echar mano de las previsiones económicas de Andalucía que se van ofreciendo, tanto para el año que acaba de terminar como para el 2018. De esta forma, el Observatorio Económico de Andalucía prevé un crecimiento del PIB regional para 2017 del 3% y del 2,6% en 2018, crecimiento que, en la opinión de estos expertos, se apoyará fundamentalmente en la demanda interna y en el papel más dinámico de la construcción y de la industria, y que permitirá recuperar el nivel de PIB de antes de la crisis (primer trimestre de 2008) entre el primer y segundo trimestre de 2018, aunque el número de empleados previsiblemente seguirá creciendo, pero con menor intensidad y sin alcanzar el de 2008.
De todas formas, no podemos pasar por alto el efecto producido en el esquema económico por las incertidumbres políticas y de Gobierno que se han generado desde el mes de septiembre en Cataluña y que, a tenor de los resultados electorales, podría agravarse en los próximos meses. Se están moviendo las empresas, grandes y pequeñas; también la inversión extranjera y hasta los turistas. Andalucía debería salir beneficiada si sabe captar a los que no quieren estar o invertir en un territorio sin seguridad jurídica y dividido social y políticamente. Porque, al igual que al resto de España, el escenario catalán también puede afectarnos de manera negativa si no tenemos capacidad de respuesta y una estrategia definida ante este nuevo contexto, que puede ir para largo.
Caja Rural del Sur es una entidad comprometida con este SUR andaluz que tiene la suficiente fortaleza económica para apoyar las iniciativas generadoras de empleo y bienestar. Lo hemos hecho tradicionalmente con el mundo rural, con todo el sector agroalimentario y exportador, que ha seguido un proceso ejemplar en estos años. Y no renunciamos a tener un papel activo en las pymes, autónomos y en nuevos modelos económicos de desarrollo, porque Andalucía cuenta con un fuerte potencial humano, bien formado y con mentalidad abierta y emprendedora, al que debemos empujar y estimular para hacer crecer sectores de transformación e industrial. Porque el futuro es también andaluz.
José Luis García-Palacios Álvarez
Presidente de Caja Rural del Sur
