La Comisión Europea ha aprobado extender el Corredor Ferroviario de Mercancías Atlántico hasta Zaragoza, tal y como había solicitado España a principios de 2017 en una carta de intenciones firmada también por Alemania, Francia y Portugal.

La extensión hasta Zaragoza reconoce formalmente que una parte importante de los tráficos que actualmente circulan por la frontera de Irún/Hendaya tienen ya ese origen o destino, arreglando así una de las deficiencias de la definición inicial del corredor.

Otra de las ventajas de la extensión de este tramo es que tanto Pamplona como Zaragoza ganan visibilidad y reconocimiento en Europa como núcleos receptores de mercancías.

Este reconocimiento supone la inclusión de estos tráficos en una estructura creada para reforzar la cooperación entre los distintos administradores de la infraestructura y mejorar la capacidad e interoperabilidad de las infraestructuras existentes, permitiendo una oferta de servicios ferroviarios de mercancías de alta calidad.

También se podrán utilizar la ventanilla única y los surcos preestablecidos para los trenes internacionales de mercancías del corredor, lo que supone agilizar la gestión del tráfico de mercancías que procede de otros países europeos.