Almirall ha puesto en marcha una innovadora instalación fotovoltaica, situada en su planta química de Sant Celoni (Barcelona), que pretende ahorrar un 16% en el consumo de energía eléctrica de dicho centro industrial.

Esta iniciativa forma parte de su política basada en promover el uso de energías renovables a fin de reducir las emisiones de dióxido de carbono que permita un planeta más sostenible y mejor para las generaciones futuras.

La instalación de esta planta solar, fruto de los esfuerzos de Almirall en crear un modelo de eficiencia energética mediante proyectos innovadores, constituye un importante precedente en la lucha contra el cambio climático. La huerta solar es la primera de España conectada directamente a una planta de producción, lo que permite un mejor aprovechamiento de la energía y evita pérdidas ocasionadas por el traslado.

Toda la energía producida por esta instalación fotovoltaica será aprovechada y consumida de manera instantánea por la planta química de Sant Celoni, lo que supone un abastecimiento de un 16% de sus necesidades eléctricas.

El principio de funcionamiento de esta planta, instalada directamente sobre terreno, es la transformación de radiación solar en energía eléctrica. Su potencia es de 300 kW, permitiendo generar unos 459.600 kWh al año de energía limpia para autoconsumo. Esta medida evita emitir a la atmósfera 141 toneladas de dióxido de carbono, una cifra equivalente a la que absorbe un bosque de 14.100 árboles en un año.