El consumo de cemento en España registró un incremento del 11% en 2017, lo que sitúa la demanda doméstica del pasado año en torno a los 12,3 millones de toneladas, según el Barómetro del Cemento, elaborado por el departamento de Estudios de Oficemen.

Para 2018, el departamento de Estudios de Oficemen prevé que se alcance un consumo de 13,7 millones de toneladas, con un incremento del 12% en la demanda doméstica.

La cifra de exportación cerró el año 2017 por debajo de los nueve millones de toneladas, con una caída cercana al 10%, motivada por la pérdida de competitividad del sector debido principalmente al incremento de los costes eléctricos. La industria española soporta en la actualidad uno de los costes más elevados de Europa -hasta un 30% más caros- lo que penaliza su competitividad exterior.