España se mantiene como el país más barato de la unión Europea de los 15 para comer, beber y fumar, según un estudio realizado por Eurostat, la oficina de estadísticas de la Comisión Europea, con datos de 2003, una vez consolidada la introducción del euro.

Después de analizar la cesta de la compra de 450 artículos de alimentación, bebida y tabaco, los expertos de Eurostat llegaron a la conclusión de que España es, en este capítulo de gasto, un 24% más barato que el promedio de la UE-15, y un 19% si la comparación se amplía a la nueva UE-25.

Así pues, España conserva su condición de país de precios más bajos entre los 15, salvo en el caso del tabaco, en el que se encuentra por delante sólo de Portugal.

El análisis de Eurostat muestra que el grupo de países más caro es el formado por Irlanda, Suecia, Finlandia, Dinamarca (junto con los extracomunitarios Suiza, Noruega e Islandia), que están situados en unos niveles de precios entre el 20% y el 70% mayor que la media comunitaria.