España celebró el pasado mes una jornada de reflexión electoral con concentraciones en las plazas más emblemáticas de la mayoría de las ciudades españolas. Los ‘indignados’, como se conoce ya a los seguidores del ‘Movimiento 15-M. Toma la plaza’, desobedecieron así la prohibición de la Junta Electoral Central, ante el asombro de muchos españoles. Lo cierto y verdad es que el movimiento está alcanzando mucha visibilidad por lo que cabe preguntarse si existe algún interés por detrás. Basta con darse una vuelta -como hice recientemente- por uno de estos ‘asentamientos’ y realizar una objetiva radiografía de todo. Intercambié impresiones con muchos de los que se hacen llamar portavoces pero que curiosamente no representan a ningún colectivo (vaya contradicción) para darme cuenta de que sus pretensiones estaban más cercanas a una ‘revolución’ (III República) que a una democracia menos adulterada. Quizás, más que indignados, su mejor calificativo sea el de ‘inconformistas’. Del mismo modo, me llamó descaradamente la atención que muchos de los mensajes iban dirigidos contra la derecha, el capitalismo… muchos con nombres y apellidos. Algunas pancartas gigantescas aparecían perfectamente impresas… a mi entender, esto implica disponibilidad de fondos y la posibilidad de que haya alguien aportándolos con el fin de manipular en su beneficio. Más que a un mayor grado de democracia, a lo que parecen que aspiran los miembros de ‘Democracia real ya’ es a una adulteración de la misma. Pero ojo, el peligro estriba en equivocarse de ventanilla, en protestar contra el sistema democrático, no contra los que viven a costa del sistema democrático y lo están destruyendo. Porque el hecho de que algunos partidos hayan colocado el listón muy bajo no justifica una demanda de cambio del sistema, justificaría, en todo caso, campañas y propuestas más vinculadas a la realidad, con respuestas políticas adecuadas a los intereses y a las urgentes necesidades de la sociedad. Tal y como nos enseña -al menos hasta el momento- nuestra actual y verdadera democracia.
