El Euríbor, principal índice de referencia de los créditos hipotecarios, aumentó 0,8 puntos con respecto al nivel de abril de 2010. Esto supone un encarecimiento de las hipotecas en unos 60 euros al mes para quienes ahora vean revisado sus préstamos bancarios. Y lo que es peor… los expertos esperan que termine el año por encima del 2% en un contexto de creciente preocupación por parte del Banco Central Europeo sobre la inflación y ante una posible escalada de los tipos de referencia hasta el 3% en corto-medio plazo. Esto hace prever una subida de tipos antes y más rápida de lo esperado, pese a la debilidad económica de algunos miembros de la eurozona, como España. Ante la escalada del Euríbor, la Unión de Consumidores de España (UCE) ha reclamado una ‘Ley de Sobreendeudamiento’ para proteger el patrimonio de las familias, ya que considera que este aumento puede desencadenar una “avalancha” de impagos y embargos. No obstante, la Asociación Hipotecaria ha descartado que a corto plazo las subidas en las cuotas de los préstamos hipotecarios puedan “tensionar” la capacidad de pago de los hogares españoles, aunque sí reconoce efectos “muy negativos” a medio plazo. Cierta contradicción ¿no? Sube la luz, sube el gas, sube la gasolina y, por desgracia, también sube el paro. Aquí estamos en el 20,5%, mientras en la Unión Europea la media es del 9,9. Son datos, no son opiniones. Sin lugar a dudas, subir a estas alturas los tipos de interés para frenar una inflación que se está produciendo por la subida de las materias primas sólo sirve para hundir aún más la economía. Aunque dejáramos de consumir los precios seguirían subiendo en Europa, principalmente por nuestra dependencia del exterior en energía y alimentos. Recordemos que el BCE nos tuvo con tipos elevados cuando comenzamos la crisis y, ahora, nos vuelve a subir cuando estamos en lo más profundo… ¿a quién beneficia estas decisiones? Porque está claro que a nosotros no.

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