Dicen los expertos que lo peor en política es que las promesas se vuelvan en contra. En España, basta con acudir a la hemeroteca… Agosto de 2007, el diario El País titula en portada: "Zapatero garantiza que España está a salvo de la crisis financiera". Once meses después, julio de 2008, Zapatero subraya: "la economía podrá ir peor o podrá ir mejor, pero el Gobierno no va a dar un paso atrás en derechos sociales".  Mayo de 2010: Rodríguez Zapatero anuncia en Consejo de Ministros el mayor recorte en derechos sociales de toda la historia de la democracia. Efectivamente, España necesita recortes importantes para reducir el déficit público pero… ¿Y si se hubiesen hecho antes? ¿Por qué no escuchó realizar ajustes hace años, cuando muchos agentes sociales lo pedían a gritos?… Si hubiéramos ajustado el gasto hace tres años, no sólo nos habríamos ahorrado más de 150.000 millones de euros, sino que ya estaríamos en una mejor situación para volver a generar riqueza, ¿o no? El empecinamiento de este Gobierno sólo ha conseguido retrasar y agravar la magnitud de lo inevitable: los funcionarios y los pensionistas van a cobrar menos y las prestaciones estatales van a reducirse. Nunca es tarde, cierto, pero no dejo de pensar en lo que nos podíamos haber ahorrado en deuda, en déficit, en desempleo, en pérdidas de empresas, y en desprestigio si este Gobierno hubiera aceptado los consejos y hubiera apretado el cinturón desde el primer momento, desde ese primer momento que negaba que existiera ninguna crisis. Y es que retomando unas palabras del propio Zapatero de julio de 2008: "Yo jamás me subiría a un barco cuyo capitán no tenga confianza en cómo van a salir las cosas…". Nunca mejor dicho. Creo que ya es hora de abandonar el barco.