FCC ha examinado en su Junta General de Accionistas los resultados obtenidos durante el 2017 que, con 118 millones de euros de beneficio atribuible, suponen la consolidación plena de un proceso de recuperación iniciado a partir de diciembre de 2014, fecha en la que se ejecutó la primera de las dos ampliaciones de capital del Grupo FCC y que permitió un fortalecimiento accionarial esencial para comprender la realidad corporativa actual.

Por tanto, en esta junta se han comentado el conjunto de acciones que se reflejan en las cifras financieras presentadas, y que han permitido a FCC volver a ocupar una sólida posición operativa y financiera,  en armonía con los pilares esenciales del Grupo como son su dilatada experiencia, avanzada tecnología y equipo humano comprometido con la excelencia de servicio al cliente.

Estas acciones, visibles en las cuentas del 2017, tienen su fundamento en un plan que la compañía inició hace tres años, en 2015, impulsado por la nueva estructura accionarial que desde entonces tiene al Grupo Carso como inspirador esencial de los gestores del Grupo. Dicho plan giró en torno a tres ejes principales: operativo, estructura y financiero.

En el ámbito operativo se buscaba recuperar el posicionamiento de FCC como un Grupo especializado en el desarrollo y gestión de infraestructuras y servicios medioambientales (agua y residuos), con un enfoque selectivo en las distintas zonas geográficas de operaciones. Todo ello para favorecer la generación de resultado de explotación y su conversión en caja, mejorar los sistemas de gestión de riesgos y aumentar el compromiso ético en todos sus proyectos. Se impulsaron las sinergias y el valor de marca corporativa del Grupo, con el objetivo de aumentar la rentabilidad de las operaciones de explotación y la satisfacción de los clientes.

En el ámbito de la estructura se perseguía eliminar duplicidades y sobrecostes, con acciones que buscaban agregar la capacidad de servicio o contratación del conjunto del Grupo en ciertos ámbitos y en otros mejorar el control a nivel operativo dentro de cada área de negocio. De este modo, se ha logrado reforzar la rentabilidad y la caja operativa gracias a la reducción de costes de estructura y corporativos que permite ser más competitivos ante la demanda de sus clientes. Así, y de forma combinada en 2017, el margen bruto de explotación creció hasta un 14,1%, respecto al 12,7% en 2014, con una caída acumulada de los gastos de estructura de 150,5 millones de euros, equivalente a un 42,1%.

Por último, en el ámbito financiero el liderazgo del Grupo Carso resultó esencial para que se realizara un proceso combinado de fortalecimiento de la estructura de capital, con dos ampliaciones, ejecutadas en diciembre de 2014 y marzo de 2016, por un importe conjunto de 1.709 millones de euros, que sirvió de base para llevar a cabo una reestructuración de la deuda financiera la cual se redujo, desde la primera ampliación hasta diciembre de 2017, en 2.943 millones de euros  (un 62,8% menos) y su coste medio hasta un 2,4% frente al 5,1% en igual mes de 2014. El vencimiento se extiende hasta cinco años.

Estas tres áreas de actuación han permitido fortalecer y renovar por completo al Grupo FCC con una estructura de financiación sólida, donde el uso de la deuda cumple su pleno cometido de ser un impulsor de unas operaciones de explotación que se generan con mayor rentabilidad, integración, sinergias y todo ello apoyado en una estructura corporativa más ligera. Los resultados del primer trimestre del 2018 permiten reafirmar estos logros, ya que el Grupo FCC registró el mayor margen operativo de su historia, un 15% y un sustancial aumento del 135% del beneficio neto atribuible.