No cabe duda de que la Inteligencia Artificial ha pasado de ser un concepto de ciencia ficción a ser un elemento común en nuestra vida diaria. Asistentes virtuales, recomendaciones musicales, traductores online…
La Inteligencia Artificial nos simplifica tareas monótonas y nos permite hacer cosas antes impensables.
El futuro es aún más emocionante. La Inteligencia Artificial va a penetrar en nuestras vidas, coexistiendo con nosotros y ampliando nuestras capacidades. De acuerdo con el famoso científico y futurólogo Ray Kurzweil, dentro de menos de 20 años seremos capaces de conectar nuestro cerebro a la nube, donde podremos acceder a una capacidad de computación ahora impensable. Las habilidades naturales quizá sean menos determinantes, y la diferencia entre unos y otros será aquello en lo que queramos invertir nuestra capacidad ampliada. Desde luego, la Inteligencia Artificial no va a desplazarnos, sino a formar parte de nuestra vida.
Mientras llega ese momento, en Cepsa estamos dando ejemplo de la resiliencia que nos ha caracterizado en nuestros 90 años de vida. No solo estamos adaptándonos a estas nuevas tecnologías, sino que estamos liderando el camino y disfrutando con ello. En nuestro sector, el beneficio económico de hacer buen uso de la información disponible es realmente grande. Y el coste es muy pequeño: solo hace falta talento, ganas de hacer cosas nuevas y un poco de potencia de cálculo computacional.
La Inteligencia Artificial, concretamente un área de la misma denominada Machine Learning (aprendizaje automático), nos ayuda a tomar mejores decisiones en toda la cadena de valor de la compañía. Comenzando en la extracción del petróleo, donde puede ayudarnos a prever posibles fallos y, por tanto, evitar una parada de producción durante la extracción de crudo en los campos.
Como es lógico, tener esta predicción es muy relevante para los equipos desplazados en campo, plantas y unidades, ya que les permite anticiparse al posible fallo y estar preparados para sustituir la maquinaria defectuosa por una nueva.
Pero la cosa no acaba ahí, los centros operativos aspiran a convertirse en ciber-industrias o industrias inteligentes, ofreciendo a los técnicos de control de procesos recomendaciones ajustadas a la situación de una planta en tiempo real.
Esto se traduce en una mayor eficiencia y, por supuesto, en una evolución del operador de planta hacia la Industria 4.0.
La última fase de la cadena de valor es la comercialización y, en este punto, la Inteligencia Artificial también mejorará la experiencia de cliente, ofreciendo personalización en la oferta de productos y servicios, lo que permitirá adaptarnos a cada realidad.
Por ahora, desarrollamos internamente herramientas para que otros las usen. Pero, en última instancia, el objetivo es que todos los profesionales de Cepsa puedan desarrollar sus propios modelos. Por ese motivo, estamos invirtiendo en herramientas que acerquen el Machine Learning a todos los que forman parte de la compañía. Creemos que pronto veremos estas herramientas tan cercanas como vemos ahora a una hoja de cálculo. Sin lugar a dudas, en Cepsa, la Inteligencia Artificial es un asunto de y para las personas.
Alberto Gascón González
Head of Advanced Analytics de la dirección de Transformación Digital de Cepsa