Banco Santander obtuvo un beneficio atribuido en los nueve primeros meses del año de 5.742 millones
de euros, un 13% más que en el mismo periodo del año anterior (un 28% más en euros constantes). El crecimiento de los ingresos en varios mercados, como Brasil, España, México y Portugal, y la mejora en la calidad del crédito compensaron sobradamente el impacto de las depreciaciones de algunas divisas,
como el peso argentino, respecto al euro.
El beneficio antes de impuestos subió un 23% con respecto al mismo periodo del año anterior en euros constantes, hasta 11.230 millones, con un crecimiento del beneficio ordinario en ocho de los 10 principales mercados.
Los ingresos aumentaron un 9% en euros constantes en los primeros nueve meses, hasta 35.882 millones, mientras que el crédito y los recursos de clientes crecieron un 3% y un 4%, respectivamente, en euros constantes. El número de clientes vinculados, aquellos que consideran Santander su banco principal, aumentó un 19%, hasta 19,6 millones.
En los nueve primeros meses del año, América contribuyó el 48% al resultado del Grupo y Europa, el 52%. Brasil fue el país que más aportó a los resultados, con el 26%, seguido de España, con el 17%, y Reino Unido, con el 14% del total del beneficio ordinario.
En los últimos doce meses, la rentabilidad sobre el capital tangible (RoTE), una ratio clave de rentabilidad, ha aumentado 70 puntos básicos, hasta el 11,7%, mientras que el RoTE ordinario aumentó 34 puntos básicos, hasta 12,1%, entre los mejores del sector.
En la junta de accionistas del pasado 23 de marzo, el banco anunció su intención de aumentar un 4,5% el dividendo con cargo a los resultados de 2018, hasta 23 céntimos, sujeto a la aprobación del consejo de administración y de la junta general de accionistas.