Controlar en tiempo real la red de distribución eléctrica para conocer qué está pasando en cada momento y dónde está pasando con el objetivo de mejorar la calidad del servicio e integrar de forma eficiente a los nuevos actores del sistema eléctrico: desde el almacenamiento a los vehículos eléctricos, los autoconsumidores o las energías renovables.
Ese es el principal objetivo de MONICA (Monitorización y Control Avanzado de la Red de Media y Baja Tensión), el proyecto de innovación que en los tres últimos años ha desarrollado Endesa en Málaga y que supone un nuevo paso en la digitalización del suministro eléctrico. Este lunes se han presentado en Sevilla, en el marco de la Cátedra Endesa Red, las conclusiones del proyecto, que da nuevas herramientas para mejorar la operación en tiempo real y el mantenimiento de la red de distribución.
Un consorcio, liderado por Endesa Distribución y en el que han participado también Ormazábal, Ayesa, Ingelectus y la Universidad de Sevilla, ha puesto en marcha uno de los primeros estimadores de estado de la red de media y baja tensión a nivel internacional, un sistema que se ha probado en la red eléctrica con más de 15.000 clientes y que ha gestionado diez millones de datos al día mediante tecnología big data para ofrecer información relevante de los indicadores que determinan la calidad del suministro eléctrico en baja tensión.
El estimador ha realizado 300.000 cálculos del estado de la red con una tasa de éxito del 93,5%, y está enviando una media de 300 notificaciones al mes a los operarios que trabajan en campo con datos relevantes sobre el estado de la red de distribución. Con esta información, se han realizado 50 actuaciones que han permitido mejorar la calidad del suministro en la zona en los últimos meses.
El proyecto MONICA ha desplegado una red de 750 sensores en 56 centros de transformación situados en el área de la Smart City de Málaga diseñados para medir la potencia, la energía, la intensidad y la tensión de la red cada cinco minutos. Esta información, unida a datos topológicos y a los proporcionados por los contadores de los clientes, aportan al estimador de estado la información necesaria para conocer la situación real la red incluso en las zonas en las que no se dispone de sensores y permiten realizar un diagnóstico de los distintos problemas existentes para mejorar el mantenimiento y la operación del sistema. La información recabada permite a los operarios evitar averías, conectar nuevos suministros en los puntos óptimos de la red y planificar las inversiones en los lugares en los que son más necesarias.