La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha señalado en su informe ‘Perspectivas Económicas 2018’ que está previsto que el crecimiento en España se ralentice gradualmente hasta situarse en 2,2% en 2018 y 1,9% en 2019, respectivamente.

Además, prevé una sensible disminución del déficit en 2019. La previsión de la OCDE coincide con la del Gobierno al estimar una reducción de nueve décimas y un déficit del 1,8% del PIB.

“La demanda interna se moderará, conforme se ralentice el ritmo de creación de empleo y el ahorro de los hogares comience a estabilizarse en los escasos niveles registrados actualmente”, argumenta.

Además, señala que “dado el elevado porcentaje de empleos temporales y a tiempo parcial se espera que el crecimiento de los salarios siga siendo moderado, ya que la tasa de desempleo se mantiene en niveles elevados. La inflación se irá incrementando paulatinamente, a medida que aumente la actividad, pero seguirá siendo contenida”.

Según el organismo, “los riesgos que amenazan las perspectivas económicas son considerables. Un descenso mayor al proyectado del crecimiento del comercio internacional podría menoscabar las exportaciones. Las turbulencias de los mercados internacionales y la incertidumbre política podrían mermar la confianza del sector privado y golpear la demanda interna. En el terreno positivo, la demanda interna podría demostrar mayor resiliencia de la esperada si la creación de empleo supera las expectativas”.