Almirall volvió a beneficios en 2018 tras alcanzar los 77,6 millones de euros, frente a las pérdidas que la compañía registró en 2017. Por su parte, su resultado neto normalizado fue de 88,2 millones, mientras que en el año pasado se situó en 27,1 millones.

Los ingresos totales alcanzaron 811,0 millones vs. 755,8 millones en 2017, y comprenden ventas netas de 756,9 millones (683,9 millones en 2017, +11,4% en CER) y otros ingresos de 54,1 millones (-24,3%  en CER).

El margen bruto se situó en 29,2 millones (455,8 millones en 2017, +17% en CER), y reflejó un incremento de 330pbs, impulsado por los productos clave.

Por su parte, la posición de caja al cierre de 2018 fue de 86,3 millones, donde la deuda financiera llegó a un total de 548,7 millones, representando el 23% del total de los activos.

Mientras, el Ebitda al cierre de 2018 fue de 209,5 millones (+47,5% en CER), alineado con las estimaciones al alza anunciadas en los resultados financieros del tercer trimestre del año pasado.

En la Junta General de Accionistas, que se celebrará el próximo 8 de mayo de 2019, el Consejo de
Administración propondrá un dividendo de 0,203 euros por acción, lo que supone un incremento del 7%
respecto 2017, y en modalidad de dividendo flexible.