El resultado neto atribuible de Vidrala durante los tres primeros meses del año ascendió a 27,9 millones de euros, equivalente a un beneficio por acción de 1,07 euros, lo que refleja un incremento de un 28,7% sobre el año anterior.

La cifra de ventas registrada se situó en 240,3 millones, suponiendo un incremento sobre lo reportado el año anterior de un 10,1%. A divisa constante, las ventas registraron un crecimiento orgánico del 9,6%.

Por su parte, el resultado operativo bruto -Ebitda- acumulado ascendió a 57,2 millones, un incremento en términos reportados del 11,4% sobre el año anterior, reflejando un crecimiento orgánico -a divisa constante- del 10,9%.

A nivel de balance, la deuda a 31 de marzo de 2019 se sitúa en 425,5 millones. Representa un ratio de apalancamiento equivalente a 1,7 veces el Ebitda acumulado en los últimos doce meses.

“las prioridades de gestión en Vidrala durante el año en curso se encuentran orientadas a invertir en nuestras instalaciones industriales con ambición de futuro, garantizar el servicio al cliente y gestionar el entorno inflacionista de costes con el objetivo de reforzar los márgenes del negocio”, han señalado desde la compañía.