El volumen de patrimonio gestionado cerró el año con 464.000 millones, un 3,1% más

A pesar de la volatilidad que marcó la evolución de los mercados financieros en 2018, el negocio de banca privada volvió a crecer en ese año, aunque a menor ritmo que en el ejercicio anterior, según el Observatorio Sectorial DBK de Informa.

Así, el volumen de patrimonio gestionado cerró 2018 con 464.000 millones de euros, lo que supuso un aumento del 3,1% respecto a 2017, año en el que había registrado un incremento del 8,4%.

Las entidades de banca universal vienen ganando peso específico en la cifra de patrimonio gestionado en banca privada, concentrando a finales de 2018 el 77% del total, en torno a un punto porcentual más que en 2017, correspondiendo el 23% restante a entidades especializadas.

Se estima que en esa fecha alrededor de 420.000 clientes recibían servicios de banca privada, correspondiendo el 38% del total al segmento con patrimonios situados entre los 300.001 y los 600.000 euros.

Por otra parte, continúa ampliándose la base de clientes que reciben servicios de banca personal. El ejercicio 2018 finalizó con un patrimonio gestionado de 530.000 millones de euros y alrededor de 6,4 millones de clientes atendidos.

Las previsiones de evolución del patrimonio gestionado en banca privada apuntan a la obtención de un crecimiento de en torno al 4% en 2019, lo que supondría alcanzar los 482.000 millones de euros.

El contexto de desaceleración económica global e incertidumbre en los mercados financieros, unido a un previsible endurecimiento de la presión fiscal a las rentas más altas en España, justifican las perspectivas de moderado crecimiento.

Los modelos de banca privada de las principales entidades están evolucionando hacia una creciente polarización de los clientes. Por una parte, aquellos con patrimonios más bajos tienden a redirigirse a canales de asesoramiento digital, mientras los de patrimonios más altos tienden a recibir un servicio de gestión discrecional cada vez más personalizado.