Pocos autónomos se imaginan estar en la playa tomando una paella con amigos o de senderismo por la montaña con la familia sin dejar de estar trabajando. Y es que montártelo por cuenta propia en España parece, en ocasiones, una utopía. Cuotas, inseguridad, estrés… y para colmo, el miedo a cogerse vacaciones. La presunta flexibilidad de la que gozan, ya que en teoría tienen más facilidades para organizarse y gestionar los horarios para desconectar, acaba siendo una trampa.
De hecho, 7 de cada 10 trabajadores por cuenta propia disfrutan de menos de 15 días de vacaciones al año, según el estudio llamado ‘Autónomos, ¿cómo estáis?’, elaborado por Muno. La encuesta revela que un 37,8% descansa siete días o menos al año, mientras que un 32,7% se cogen un máximo de dos semanas anuales. Tan solo el 19% tiene tres semanas de vacaciones y, si hablamos de 30 días naturales (el plazo que disfruta la mayoría de los empleados por cuenta ajena), la cifra llega al 10,5%. Y no es, precisamente, porque no se las merezcan. El análisis detalla que el 35% de los autónomos trabaja más de diez horas diarias y que el 80% los fines de semana.
Más difícil parece aún hacer coincidir las vacaciones con el horario familiar. La Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) recalca que más de la mitad de los autónomos no cogen vacaciones en verano. Esto, obviamente, tiene un efecto directo sobre la salud: el 46% de los autónomos asegura que ha tenido problemas de salud por trabajar demasiado y el 58% afirma vivir estresado por un exceso de carga de trabajo.
Unos porcentajes que son preocupantes teniendo en cuenta la cantidad de autónomos que desempeñan su labor en nuestro país. En España hay más 3,2 millones de autónomos, según el número de altas en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), si bien esta cifra es difusa, porque autónomos propiamente dichos (trabajadores que no pertenecen a sociedades mercantiles, cooperativas ni otras entidades societarias) son 1,9 millones, tal y como refleja el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Una liberación necesaria
En definitiva, los autónomos necesitan unas vacaciones. El verano, si se exceptúan sectores como la hostelería o la restauración -donde aumenta el movimiento-, es por lo general una época donde baja el ritmo, con más tiempos muertos y reducciones de horario para todos los empleados, incluidos los autónomos. Esto no quiere decir que no vayan a surgir problemas u oportunidades de negocio, por lo que siempre hay que estar al tanto.
Se recomienda planificar el trabajo con tiempo, repasando todos los proyectos que están pendientes y cerrando todos los temas antes de irse de vacaciones. Además, es preferible organizarse con los clientes para que sean conscientes de la situación. Por último, gracias a la tecnología, se puede estar siempre conectado para atender una call, escribir un correo o desviar una llamada sin tener por qué alterar las jornadas de descanso, o estando a cientos de kilómetros de la oficina.
Un ejemplo son los servicios que ofrecen las firmas tecnológicas, como el caso de Yoigo, que pone a disposición del autónomos las centralistas virtuales, un nuevo modelo que mejora todas las funcionalidades de las centralitas físicas pero con un gasto menor y más eficiente, adaptándose a las necesidades de cada cliente según el tamaño y los objetivos.
Para su instalación, el gasto de las centrales virtuales se limita a la compra de teléfonos IP y a la contratación de un proveedor, lejos de lo que cuesta contratar una convencional. Además, para las tareas de configuración, mantenimiento y seguridad se encargan directamente los operadores, mientras que en las físicas es imprescindible contratar a un técnico o, en su defecto, la asistencia de terceros.
A la hora del funcionamiento, posibilita la gestión de llamadas entrantes, llamadas frecuentes a clientes y traspaso de llamadas. Si el cliente lo desea, puede incorporar un mensaje de bienvenida, música en espera, plan de numeración, conferencia a tres, identificación e informes de llamadas o directorio de teléfono, entre otras ventajas.
Al mismo tiempo, también posibilita enviar y recibir fax en el correo electrónico, contratar el Office 365 essential, un office online con 1TB de almacenamiento, el correo electrónico con un buzón de 50GB, tener una videoconferencia en alta definición o utilizar y gestionar los documentos con las aplicaciones de Microsoft, como Word, Excel o Power Point.