El grupo de reflexión de Ametic ha lanzado su cuarta píldora informativa donde aboga -en el marco de la carrera hacia la transformación digital y la 4ª revolución industrial- por un nuevo enfoque que consiste en desarrollar el trabajo en red de todos y cada uno de los agentes que interactúan en el sistema, facilitando un nuevo concepto de red más orientada a la interacción personal y donde las políticas públicas definan macroproyectos que permitan vertebrar el sistema de innovación español a través de los polos de innovación y hacerlos crecer.

Para el grupo, la nueva transformación del sistema de innovación está “cada vez más ligada” al desarrollo de los polos de innovación y para que estos puedan crecer “hay que buscar nuevos instrumentos que permitan su crecimiento”.

Además, destaca que las políticas de innovación nacionales tienen la oportunidad de crearlos a partir del desarrollo de macroproyectos tractores “por los que ya está abogando Ametic en el marco de la CEOE”.

“Estos grandes proyectos se desarrollarían en campos donde España pueda lograr una posición de ventaja competitiva a nivel internacional o donde exista un mercado en expansión; darían respuesta a problemas estructurales a medio y largo plazo, y en ellos la digitalización supondría una transformación profunda de los modelos actuales, estarían liderados por la industria y contarían además con la implicación del sector público”, explican.

Ya que en nuestro país las empresas que se dedican a la digitalización están repartidas por todo el territorio nacional y la relación entre ellas es muy complicada, provoca que el desarrollo de la tecnología sea más lento. Por ello, desde el grupo ven necesaria la creación de una masa crítica en nuestro país a través de la confluencia de personas y medios en un lugar físico para que así se puedan compartir los avances y liderar la digitalización. Para ello, proponen los polos de innovación en red, como lugar para compartir y reflexionar sobre la digitalización.

Además, estos polos de innovación se configuran como organismos que hacen de intermediarios entre las políticas públicas de innovación y las propias empresas. Esto permite la creación de un modelo que vertebre el sistema y así estos agentes se coordinen y cooperen, tanto a nivel local en los polos de innovación, como en su funcionamiento en red. Con esto se pretende cubrir la necesidad de desarrollar una articulación territorial entre los polos de innovación en la que exista un mayor aprovechamiento de las capacidades.