El dinamismo de la economía española se está reflejando en la creación de sociedades mercantiles. En 2006 se constituyeron 147.721 sociedades de este tipo, un 7,2% más que el año anterior, según los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística.

Estos datos suponen un acelerón respecto al ritmo de crecimiento de los cuatro años anteriores, que ha oscilado entre el 3% y el 6%. Sin embargo, esta buena evolución no es proporcional al tamaño de las nuevas empresas. Más bien, lo contrario. Así, el capital medio suscrito en cada una de estas nuevas sociedades fue de 71.389 euros en 2006, un 6,72% menor que un año antes. El aumento de nuevas empresas no ha podido compensar la caída del dinero medio suscrito en cada una de ellas, por lo que el capital global suscrito por las 147.721 recién creadas se situó en 10.500 millones de euros, un 0,3% menos.

El aumento del número de sociedades creadas no ha impedido que se mantenga una gran mortandad empresarial. En 2006 se disolvieron 10.935 empresas, un 13,2% más que en 2005. Precisamente, la alta mortandad empresarial es uno de los puntos débiles del tejido empresarial español que no acaba de consolidar un buen número de empresas con tamaño adecuado para afrontar los retos de la globalización.

En cuanto a la distribución geográfica, Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana son los territorios más dinámicos que han absorbido el 50% de las nuevas sociedades. Destaca, sobre todo, Cataluña, con 27.736 nuevas empresas, seguido de la Comunidad de Madrid, con otras 27.467.