Continúa el esfuerzo en la contención de gastos y en la reducción de la morosidad

Los bancos españoles obtuvieron un beneficio atribuido de 6.779 millones de euros en el primer semestre de 2019, lo que significa un descenso del 4,8% respecto al mismo periodo del año anterior según datos de la Asociación Española de Banca (AEB).

Las mayores provisiones de carácter extraordinario realizadas en el segundo trimestre y los menores resultados por operaciones financieras explican esta evolución del resultado, marcado también por la contención de los gastos de explotación.

Con un crecimiento del balance medio del 2,7% interanual, el margen de intereses mantuvo la tendencia al alza y registró un incremento del 3,8% respecto a junio del ejercicio precedente, hasta superar los 30.000 millones de euros.

Los ingresos por comisiones permanecieron estables, mientras que los resultados por operaciones financieras, netos de diferencias de cambio, fueron inferiores en unos 670 millones a los de un año antes, debido, fundamentalmente, a los menores beneficios de la actividad de negociación.

El conjunto de estos elementos y la disminución de otros resultados de explotación situaron el margen bruto en 41.797 millones de euros en el primer semestre, cifra similar a la del mismo periodo del ejercicio anterior.

La contención de los gastos de explotación permitió situar la ratio de eficiencia en el 49,5%, con una mejora de 20 puntos básicos respecto a la correspondiente a junio de 2018 que la sitúa entre las mejores del conjunto de sistemas bancarios de la Unión Europea.

Las provisiones extraordinarias realizadas en el segundo trimestre del año motivaron que el conjunto de dotaciones se incrementara un 9,2% anual, a pesar de un deterioro de activos financieros similar al del primer semestre de 2018.

Completan la cuenta de resultados los mayores beneficios obtenidos en las ventas de activos no financieros y de activos no corrientes, unos 320 millones de euros por encima de los registrados un año antes, y un incremento del gasto por impuesto de sociedades del 2,2% anual.

Tras una disminución del resultado correspondiente a los intereses minoritarios del 5,9% anual, el resultado atribuido representa una rentabilidad sobre fondos propios (ROE) del 6,7%, frente al 7,1% de un año antes.