El gasto en consumo de los hogares españoles creció en el segundo trimestre de este año un 3,6%, un punto por debajo del máximo cíclico alcanzado a mediados de 2004. Esto supone que, por primera vez desde que inició su ralentización hace dos años, el consumo privado ha mostrado una tasa de crecimiento inferior a la del Producto Interior Bruto, que fue del 3,7% en ese mismo periodo. Esta tendencia de desaceleración del consumo se va a prolongar también durante el próximo año, según un informe elaborado por el Servicio de Estudios del BBVA. Las causas que señala la entidad son la desaceleración de la renta disponible de las familias y el endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo, que continuará elevando los tipos de interés hasta el 4% en 2007. Así, la previsión del BBVA es que el consumo privado aumente una media del 3,6% este año y que se desacelere en 0,5 puntos adicionales en 2007, hasta el 3,1%. Estos datos están en concordancia con la evolución de las matriculaciones de automóviles, que tras los récord alcanzados en 2004 y 2005, este año se espera una ligera caída en las ventas, que hasta octubre ha sido del 1,8% respecto a igual periodo del pasado ejercicio. En Europa, sin embargo, las ventas de turismos se han mantenido estables hasta octubre, frente al descenso del 0,7% del año anterior. España mantiene la quinta plaza europea en venta de automóviles, habiendo matriculado un 10% del total de la UE de los quince. La desaceleración del consumo de los hogares también se refleja en indicadores de gasto en servicios, como el transporte aéreo, que refleja crecimientos aproximados del 6%, mientras que hace un año los incrementos eran del 12,5%. El otro gran índice a destacar es el relativo a los volúmenes de créditos hipotecarios que se han pedido en los últimos seis meses, cuyo crecimiento ha descendido desde niveles de incrementos superiores al 35%, que se producían en marzo de este mismo año, a menos de un 5% el pasado mes de septiembre. Asimismo, la evolución de los precios de la vivienda -que ha pasado de crecer un 18% a aumentar por encima del 10% en el tercer trimestre- es determinante para observar la desaceleración de la riqueza en manos de los hogares, que ha pasado de crecimientos reales del 15% en 2004 a tasas cercanas al 8% en 2006. Este comportamiento, indica el Servicio de Estudios del BBVA, es el resultado de la menor demanda de vivienda por parte de los hogares, como refleja, por ejemplo, el estancamiento de las transacciones de vivienda en los últimos meses.