Según un informe elaborado por el Departamento de Economía de CEOE

El comercio es un sector estratégico para la economía española, según un informe elaborado por el Departamento de Economía de CEOE, a iniciativa de su Comisión de Competitividad, Comercio y Consumo, conocida como C4.

El estudio ‘El sector comercio en la economía española’ concluye que el comercio ha tenido una contribución notable a la generación de riqueza en nuestro país a lo largo de las últimas décadas, creando empleo estable y ganando competitividad. Agrupa a más de 760.000 empresas, suma más de 11.000 millones de euros de inversión y más de 3 millones de empleos.

El sector comercio supone un 13,0% del conjunto de la economía española y representa un 17,3% de los servicios, según la Contabilidad Nacional. Además, es el primer sector de la economía española en términos de empleo: daba empleo a 3,2 millones de personas en 2018, lo que supone el 17% del total de afiliados a la Seguridad Social.

El empleo que crea es más estable que el de la media de la economía. El 77,5% de los asalariados en el comercio tenía un contrato indefinido en 2018, por encima del promedio, que es del 73,2%.

El comercio tiene una plantilla más joven que el total de la economía. Además, se reparte equitativamente entre hombres y mujeres, es decir, con un porcentaje prácticamente del 50% para ambos colectivos, cifra que apenas ha variado en los últimos años.

Además, es uno de los sectores con mayor ganancia de productividad entre los años 2000 y 2018. En concreto, en este periodo, este índice aumentó un 44,3% en el comercio, más del doble que el incremento registrado en el conjunto de los sectores, que fue del 18,6%.

El estudio también revela que el efecto arrastre del comercio sobre el resto de sectores de la economía es muy elevado. Teniendo en cuenta los efectos directos, indirectos e inducidos, la incidencia del comercio sobre la actividad y el empleo totales equivale, aproximadamente, al 30% del Valor Añadido Bruto y de la ocupación.

“El comercio es un sector dinamizador de la economía española en las etapas de bonanza y, a su vez, tiene un comportamiento menos contractivo en los periodos de recesión” argumenta el documento, que señala que su aportación al PIB “no ha hecho más que crecer en los últimos años”.