El todavía gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, resultó ayer claro y contundente al lanzar un mensaje de forma sutil a su sucesor, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, al defender que esta institución «debe seguir siendo una referencia independiente», ser cada día «más transparente», continuar publicando sus análisis y emitir criterios «que sirvan de alertas para el sistema financiero».

En un desayuno organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), que probablemente será su última comparecencia ante la prensa antes de que abandone su cargo, el próximo 11 de julio, Caruana no quiso valorar cómo se ha producido la elección de Fernández Ordóñez -del que dijo que es «un excelente profesional-, pero sí reclamó al Gobierno y a los partidos políticos que los nombramientos deben realizarse con «consenso y equilibrio». Pero esos equilibrios, añadió, «tienen que ser negociados por los partidos políticos» para que el banco central «permanezca al margen de esas peleas políticas y pueda seguir siendo independiente».

No obstante, y en respuesta a si el gobernador debía seguir siendo elegido como hasta ahora o debía ser el Parlamento el encargado de su nombramiento, Caruana manifestó que ese tipo de debates han de hacerse en momentos en los que no haya que tomar decisiones concretas, pero apuntó que «sería un debate muy interesante» para plantearlo con vistas al futuro.