Antes de la pandemia, uno de cada cinco menores de 25 años, 267 millones de jóvenes, ni trabajaba ni estaba estudiando

Los jóvenes sufrirán las peores consecuencias de la crisis económica provocada por el coronavirus, advierte la Organización Internacional del Trabajo. Antes de la pandemia, uno de cada cinco menores de 25 años, 267 millones de jóvenes, ni trabajaba ni estaba estudiando.

La Organización da varias razones que explican por qué los jóvenes se verán más afectados. Los trabajadores menos experimentados son los primeros a los que se les recortan horas o son despedidos. Tres de cada cuatro jóvenes trabaja en el sector informal de la economía, sobre todo en países en desarrollo. Muchos otros tienen “formas no tradicionales de empleo” con contratos a tiempo parcial, temporales o prestan servicios por encargo con salarios bajos y poca protección social. Además, los jóvenes habitualmente trabajan en los sectores e industrias particularmente vulnerables como el comercio, hoteles o restaurantes.

La OIT pide a los líderes mundiales que en los paquetes de estímulo incluyan medidas especiales para ayudar a los jóvenes ya que un aumento del paro juvenil no solo les afecta a ellos sino que “ejercen un gran costo a largo plazo a nuestra sociedad”.