“Situación inédita”

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este jueves que la tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) general en abril fue del -0,7%, siete décimas inferior a la registrada el mes anterior y la más baja desde junio de 2016.

En este descenso destaca la caída de transporte, con una variación del -6,8%, más de cuatro puntos por debajo de la del mes anterior, consecuencia de la caída de los precios de los carburantes y lubricantes para el transporte personal, y vivienda, que disminuye su tasa casi dos puntos, hasta el -6,6%, debido al menor precio de la electricidad y el gasóleo para calefacción este mes.

Por su parte, el grupos con mayor influencia positiva fue alimentos y bebidas no alcohólicas, que sitúa su variación anual en el 4,0%, un punto y medio superior a la de marzo. Destaca en este comportamiento el incremento de los precios de las frutas, frente a la bajada de 2019, y de las legumbres y hortalizas, el pescado y marisco y la carne, que suben más este mes que en abril del año pasado

La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) se mantiene en el 1,1%, con lo que se sitúa casi dos puntos por encima de la del IPC general.

Cae en todas las comunidades

La tasa anual del IPC disminuyó en todas las comunidades autónomas en abril respecto a marzo. Los mayores descensos se produjeron en Aragón y Castilla-La Mancha, con bajadas de un punto en ambas.

Por su parte, Canarias esfue la comunidad donde menos disminuyó la tasa anual, con una bajada de cuatro décimas.

Estado de alarma

El INE ha explicado que la declaración del estado de alarma ha provocado una “situación inédita” en la producción
del IPC del mes de abril, “ya que es la primera vez que una parte considerable de los bienes y servicios de consumo no están disponibles para su adquisición, o solo lo están a través del comercio electrónico”.

Y señala que para el cálculo del IPC del mes de abril “se han tenido que estimar el 30,0% de los precios, lo que se corresponde con un 31,7% de la ponderación”.

Esta situación puede tener un efecto en los precios de los bienes y servicios que más se consumen, y para facilitar el análisis de dicho efecto, el INE ha calculado dos agregaciones especiales, Bienes COVID-19 y Servicios COVID-19, que muestran la evolución de los bienes y servicios que los hogares adquirieron con mayor frecuencia durante el mes de abril.

Los Bienes COVID-19 incluyen productos de alimentación, bebidas, tabaco, limpieza y artículos no duraderos para el hogar, productos farmacéuticos, comida para animales y artículos para el cuidado personal.

Por su parte, los Servicios COVID-19 contiene servicios de alquiler de vivienda y garaje, la distribución de agua, alcantarillado, recogida de basuras, gastos comunitarios, electricidad, gas, gasóleo para calefacción, servicios de telefonía, música y televisión en streaming, seguros, comisiones bancarias y servicios funerarios.

Los precios de los productos incluidos en el Grupo especial Bienes COVID-19 suben un 1,1% en abril, respecto al mes anterior. Por su parte, los Servicios COVID-19 bajan un 1,5% respecto a marzo.

Entre estos bienes y servicios destaca el comportamiento de los precios de los alimentos, cuya tasa anual pasa del 2,5% en marzo al 4,0% en abril. De ellos, los alimentos frescos alcanzan una tasa del 6,9%, tres puntos por encima de la del mes anterior, y los alimentos envasados aumentan su tasa anual seis décimas, hasta el 2,2%.