Ecoturismo, trogloturismo, cicloturismo, turismo de aventura, de naturaleza, arqueológico, cultural o histórico, el medio rural ofrece una oferta vacacional inimaginable frente a la situación actual

La existencia de un patrimonio natural, una biodiversidad y una red de espacios protegidos excepcionales abren un catálogo de turismo rural infinito de cara a esta temporada estival.

Así y según el estudio ‘La industria turística y el COVID-19: en busca de escenarios y recetas para las nuevas fases que definirán una nueva era del turismo’, realizado por la consultoría de turismo y gestión turística del patrimonio DNA, “las primeras actividades que se recuperarán serán todas las relacionadas con el turismo rural, ya que se desarrollan en espacios abiertos y entornos naturales, donde primará la sensación de seguridad y no habrá masificación”.

Pero este verano, que más que nunca los viajeros van a optar por el turismo rural como modelo vacacional, se convierte en primordial realizar un turismo responsable y, qué mejor opción que el ecoturismo, que agrupa experiencias en espacios naturales protegidos, garantizando al viajero su contribución al desarrollo local y a la conservación de la biodiversidad. El Club Ecoturismo en España lanzó a inicios de año el catálogo de escapadas de ecoturismo 2020, que incluye viajes de cuatro o cinco días entre julio y diciembre en diferentes espacios naturales de nuestro país, ofrecidos por empresas adheridas al club, emprendedores del medio rural que mantienen y diversifican la economía local y comercializados por agencias de viaje comprometidas con el turismo sostenible. Un total de 51 escapadas de auténtico ecoturismo en 16 espacios naturales de todo el territorio nacional componen el catálogo.

También el cicloturismo es una opción ideal para aquellos que buscan un poco más de aventura. De hecho, en España existen más de 2.900 kilómetros de infraestructuras ferroviarias en desuso que han sido reconvertidas en itinerarios cicloturistas y senderistas en el marco del Programa Vías Verdes, coordinado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Un ejemplo es la Vía Verde de la Sierra, que recorre 38 km de paisajes serranos entre las localidades de Puerto Serrano y Olvera, en las provincias de Cádiz y Sevilla. En esta línea, también la provincia de Jaén cuenta con un centenar de kilómetros de vías verdes y, recientemente, la Diputación editó la ‘Guía de las Vías Verdes de Jaén’, que permite conocer en profundidad este recorrido.

Y qué decir del turismo ecuestre. Las rutas a caballo que transcurren por espacios protegidos o lugares de interés paisajístico y cultural son un reclamo para los amantes de la naturaleza. En 2019, Prodetur, Sociedad instrumental de la Diputación de Sevilla, lanzó la ‘Guía de Turismo Ecuestre’, un producto que reúne las empresas y recursos de calidad vinculados al mundo del caballo en la provincia de Sevilla. La publicación reúne más de un centenar de empresas vinculadas al mundo del caballo, entre agencias especializadas en rutas ecuestres, yeguadas, empresas de artesanía, centros ecuestres o haciendas y cortijos.

Además, el turismo activo también incluye una amplia oferta de actividades de multiaventura como barranquismo, descensos fluviales en canoa, coastering, canoa-saft… y actualmente hay un importante número de empresas que gestionan esta oferta para los visitantes.

Por otra parte, aunque las modas cambian a un ritmo acelerado, la vuelta a lo tradicional se convierte cada vez más en tendencia. Y qué mejor ejemplo de ello que el trogloturismo, el alojarte en el interior de una casa-cueva. Con una temperatura constante de entre 18-20°C independientemente de la época del año, estos alojamientos rurales, cada vez más demandados, se convierten en una opción perfecta para los cálidos veranos. Un edificio flexible que se adapta a los gustos de los diferentes usuarios y cuyo consumo de energía es responsable. Andalucía y Navarra son las regiones que cuenta con una mayor oferta, pero se pueden encontrar casas-cueva por toda la geografía española.

Y para dar a conocer la biodiversidad de nuestro país, hay algunas opciones muy interesantes. Así, en la Senda del Oso, una vía verde sobre la caja de un antiguo tren minero con un recorrido de 21 kilómetros desde Tuñón hasta Entrago (Asturias), se pueden visitar dos cercados con osos. Y junto a esta vía verde se encuentra el Parque de la Prehistoria de Teverga, una puerta del tiempo al pasado que permite a los visitantes viajar a este periodo histórico a través de breves explicaciones y con la interpretación de las reproducciones de las cuevas más significativas. Este complejo también cuenta con cercados de bisontes europeos, caballos Przewalski, tarpanes, neouros o uros de Heck, ciervos y gamos.

Además, en el municipio asturiano de Belmonte de Miranda se encuentra el Centro de Interpretación “Casa del Lobo”, que alberga una exposición permanente que pone en valor el lobo ibérico desde una perspectiva principalmente naturalista. La entrada incluye una visita guiada a la Senda del Lobo en la que se dan a conocer la flora y fauna de la zona e incluso se pueden ver algunos rastros de animales que cruzan el camino para bajar al río. Tras un kilómetro y medio, la visita finaliza en el cercado de los lobos, situado en la ruta de la Castañal, donde se encuentran tres ejemplares de lobo ibérico.

Imagen de www.andalucia.org

Por otra parte, en el municipio cordobés de Zuheros se encuentra el Monumento Natural Cueva de los Murciélagos, que destaca por la belleza de sus formaciones calizas y por servir de hábitat a diversas especies de murciélagos. La visita, que recorre parcialmente la cueva, discurre por varias salas y corredores con pinturas representativas de caballos, osos y ciervas del Paleolítico, hasta hombres y cabras esquemáticas del Neolítico. Esta cueva constituye en Andalucía un yacimiento Neolítico importantísimo y el primero con arte rupestre del Paleolítico Superior.

Además, gracias a los museos y centros de interpretación también se ponen en valor la vida, economía, sociedad, gastronomía… de determinadas regiones. Es el caso del Museo de la Trashumancia, ubicado en Guadalaviar (Teruel), que pone en valor esta forma de explotación ganadera errante, todavía vigente en la Sierra de Albarracín, que consiste en llevar el ganado desde las dehesas de invierno a las de verano y viceversa. La trashumancia tiene aún gran importancia en esta región y el museo tiene el fin de preservar y difundir esta herencia. La exposición adentra al visitante en la vida trashumante o nómada a través de descripciones de caminos o veredas y recreaciones de abrevaderos, parideras, corrales, etc.

Por otra parte, en Asturias se encuentra la cueva-exposición Queso Cabrales en Arenas de Cabrales, una visita guiada en la que se da a conocer el presente y el pasado de este queso. Los asistentes tienen la oportunidad de descubrir toda la historia del queso de cabrales en esta visita que se desarrolla dentro de una cueva natural donde se da a conocer tanto el proceso de elaboración como el entorno y la vida de los pastores en los Picos de Europa.

Y cómo no hablar de turismo termal de Galicia, a la cabeza de España por la diversidad de su oferta, con más de 30 balnearios repartidos por toda su geografía. Además de estos establecimientos, los visitantes también pueden disfrutar de las termas libres con igual propiedad terapéutica. Termas do Baño, A Chavasqueira, Burga de Outariz o Manantial do Tinteiro son algunas de las más conocidas.

Estas son solo algunas de las infinitas propuestas turísticas que ofrece el medio rural de nuestro país, siempre disponibles para aquellos que se decanten por un turismo más alternativo, imprevisible y sorprendente, el turismo rural.

¡Juguemos la partida!

El medio rural en España posee la gran mayoría de los recursos naturales y una parte importante del patrimonio cultural de nuestro país. Es un entorno con infinitas oportunidades para impulsar la actividad económica y la tasa de empleabilidad.

Pero, para ello, es primordial transmitir una imagen positiva de estas zonas, dar a conocer sus virtudes y oportunidades, impulsar la formación de sus habitantes y eliminar las barreras existentes, además de crear una amplia oferta de recursos y servicios. Estos factores serán claves para impulsar el relevo generacional y la fijación de la población, además de, por supuesto, convertirlo en un enclave excepcional para emprender. Porque al repoblar las zonas rurales impulsamos la economía, pero no solo a nivel local, sino global. ¡Juguemos la partida! El medio rural tiene un gran potencial.

Publicación incluida en el reportaje El medio rural, un sinfín de opciones por redescubrir, elaborado por María Cano Rico.

Léelo íntegramente en la edición de julio/agosto de Agenda de la Empresa