Se ha ido de forma discreta, tal y como era. Eugenio Sánchez-Ramade Villegas (Sevilla, 1928), presidente del segundo emporio empresarial familiar de Andalucía -Grupo Sánchez-Ramade con una facturacíón superior a los 914 millones de euros y más de 3.000 empleados- falleció ayer en la clínica de la Cruz Roja a los 77 años de edad y tras permanecer una semana ingresado. Será enterrado hoy (11.00 horas) en la iglesia de San Pablo.

Tras de sí, deja una estela de empresario irrepetible. De las que marcan época. Sencillo, riguroso y familiar. «Familia y empresa están llenas de los mismos valores», comentaba en su discurso de ingreso en la Real Academia de las Ciencias Sociales hace un año.

Este emporio, tejido a partir de las ilusiones y fantasías de su primer negocio, el cine (el grupo integra a Cinesur, que recientemente abría en El Tablero su principal multicines con una inversión de 18 millones de euros), abarca la construcción y promoción (Noriega), la automoción (Automoción del Sur con varios concesionarios), informática (Diasa), cine (Cinesur) y electrodomésticos (Urende).

Cuatro de sus seis hijos (dos fallecidos ya) y sus respectivas familias llevarán ahora un timón al que, junto a su padre, permanecían desde hace años pegados y simétricamente entregados para desarrollar cada unidad de negocio. Javier, Martín, Eugenio y Álvaro, además de su esposa, la cordobesa Mercedes Moreno, son ahora los depositarios de un perfil que ha marcado enormemente el devenir histórico de la sociedad cordobesa, y al que políticos y personalidades relevantes de la ciudad siempre han tenido en alta consideración.