La Consejería de Turismo, Comercio y Deporte destinará 122 millones de euros entre 2007 y 2008 en la puesta en marcha de medidas específicas que ayuden a contrarrestar la estacionalidad turística. El consejero, Paulino Plata, presentó en Fitur el Plan Estratégico para Incrementar la Ocupación en Temporada Baja, una iniciativa pionera en España que centrará sus medidas en las acciones de marketing y de mejora de la oferta.

Plata, que estuvo acompañado por la secretaria general de Turismo, Amparo Fernández, explicó que la estacionalidad es uno de los mayores problemas del sector, ya que afecta a la rentabilidad empresarial y al empleo. Los principales motivos de este fenómeno en Andalucía son una excesiva dependencia del producto sol y playa y una mayor dependencia del mercado nacional, que tiene un marcado carácter vacacional , dijo.

No obstante, precisó que la comunidad presenta una concentración estacional tres puntos por debajo de la media nacional en cuyos valores extremos se sitúan Baleares, con el índice más alto, y Canarias, el más bajo. Además, señaló que el destino andaluz tiene como ventaja que sus principales mercados emisores -Reino Unido, Alemania y Francia- son los que mayor afluencia de viajeros presentan en temporada baja.

En la misma línea se manifestó Amparo Fernández, ya que reconoció que la desestacionalización es una de las asignaturas pendientes del sector y apuntó que la conyuntura permite albergar esperanzas para contrarrestar el fenómeno, puesto que en 2006 los mayores incrementos de flujos de viajeros internacionales hacia España, especialmente de los mercados tradicionales, se han producido fuera de los meses de verano.

En su intervención, la secretaria general de Turismo avanzó las líneas del Proyecto Premium , un iniciativa piloto que desarrollará el Gobierno central en colaboración con las comunidades autónomas para corregir la estacionalidad. Este proyecto actuará en un primer momento sobre los mercados de Alemania, Reino Unido, Francia e Italia, transformando la promoción de productos en una promoción por tipo de cliente , subrayó.

El consejero resaltó la necesidad de distribuir de forma más uniforme la afluencia turística hacia Andalucía, incrementando los niveles de actividad en temporada baja y contribuyendo a prolongar al máximo la aportación del sector a la creación de riqueza. Por ello, apostó por atraer nuevos segmentos de demanda de los mercados emisores mediante el conocimiento de sus motivaciones fuera de los periodos de gran afluencia.

Ámbito de actuación
Así, el nuevo Plan Estratégico para Incrementar la Ocupación en Temporada Baja para Andalucía, que tiene como objetivos mejorar la rentabilidad empresarial y la estabilidad en el empleo, tiene un horizonte temporal de seis años, aunque la primera fase se desarrollará entre 2007 y 2008, con un presupuesto de 122 millones. Esta iniciativa actuará sobre la demanda, los segmentos y la oferta a través de diversos instrumentos.

En este sentido, en el ámbito de la demanda la iniciativa propone medidas como la firma de convenios con touroperadores internacionales para difundir la oferta de la Comunidad Autónoma en temporada baja, estudios de mercado, celebración de grandes eventos culturales y deportivos, creación de un Club de Amigos de Andalucía para incentivar la repetición del viaje y puesta en marcha de tarjetas de fidelización de clientes.

En los segmentos, el plan prevé la diversificación del sector mediante el diseño de escapadas dirigidas los distintos mercados europeos teniendo en cuenta sus hábitos turísticos, la captación de concentraciones deportivas, la promoción de las rutas culturales de Andalucía, el refuerzo de las acciones en ferias especializadas en segmentos específicos y el impulso del turismo social, entre otras actuaciones.

Respecto a las medidas enfocadas a la oferta, las estrategias se dirigirán a incentivar la oferta complementaria en alojamientos rurales, a la realización de campañas in situ para impulsar las visitas a los distintos destinos de la comunidad y la creación de productos vinculados a los fines de semana, a elementos gastronómicos (bodegas, vinos y aceite de oliva) y al medio ambiente (cuevas y espeleología, buceo y parques naturales).