El grupo petrolero, expropiado por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a la española Repsol el pasado abril, presenta su plan estratégico 2013-2017 con una previsión de inversiones de 32.700 millones de dólares (unos 29.800 millones de euros), de los que, según sus estimaciones, podría financiar con recursos propios 32.600 millones.
Argentina ha emprendido una carrera para buscar socios alternativos a Repsol para YPF, y ha sondeado a gigantes petroleros norteamericanos como Exxon y Chevron, al chino Sinopec, y a las grandes fortunas locales, como los Bulgheroni y la familia Eurnekian. Con el plan de inversiones, YPF busca aumentar la producción de petróleo y gas en un 32 por ciento y la de gasolina y diésel en un 37 por ciento. Su meta de endeudamiento en relación al ebitda no puede superar un ratio de 1,5 veces, según el plan presentado por su consejero delegado y presidente ejecutivo, Miguel Galuccio.