El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Transportes, el francés Jacques Barrot, aseguró ayer que uno de sus objetivos prioritarios es conseguir unificar los controles de las compañías aéreas en todos los países europeos. Barrot, que hizo estas declaraciones en una entrevista en el diario francés «Le Parisien», añadió que la «lista negra» de las aerolíneas que no cumplen con la normativa podría estar acabada a finales de este año o comienzos de 2006. Esta lista se actualizará cada día y se pondrá a disposición de todos los ciudadanos a través de internet.

En este momento la seguridad aérea es una competencia de los Estados, que son los encargados de controlar compañías aéreas, aeropuertos o talleres de mantenimiento, entre otros. En el caso de España esta responsabilidad recae en Aviación Civil, que es quien concede los certificados de transporte aéreo a las compañías. Lo que ocurre después es que los Estados establecen una relación de confianza entre ellos de modo que las aerolíneas autorizadas a volar en un Estado miembro son casi inmediatamente autorizadas a hacerlo en los demás.

A pesar de que la seguridad aérea es una competencia de los Estados miembros, la Agencia Europea de la Seguridad Aérea (AESA) se encarga de dar unas directrices generales sobre navegabilidad aérea y mantenimiento de los aparatos.

Sin embargo, esta coordinación no ha dado los resultados esperados, ya que en mayo se dio la paradoja con la aerolínea turca Onur Air, que tenía prohibido volar en algunos países europeos y en otros no. Para evitar casos como éste, la nueva directiva comunitaria sobre seguridad aérea, ahora en fase de transposición a los países miembros, «obligará a los Veinticinco a controlar más las compañías de terceros países, y en particular las de las compañías «chárter» y de bajo coste», añadió ayer el comisario europeo.

Las empresas de vuelos «chárter» han estado en el centro de la polémica en las últimas semanas, ya que se han visto implicadas en algunos de los accidentes ocurridos este verano. Las estadísticas señalan que este tipo de vuelos tienen más riesgos que los que no lo son, ya que las 20 aerolíneas más grandes del mundo representan el 60% del tráfico aéreo mundial, y tan sólo el 20% de los accidentes, según datos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), organización dependiente de Naciones Unidas. De los 1.908 millones de viajes en avión que se realizarán este año, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), el 40%, más de 763 millones de viajes serán operados por compañías «chárter».