El director general de Economía Social y Emprendedores de la Junta de Andalucía, Fernando Toscano, mantuvo el pasado miercoles 30 de junio una reunión con representantes de las federaciones y asociaciones del sector (Cepes, Faeca, Asland, Emcofeantran, Faecta y Fedeccon) para diseñar la estructura de un grupo de trabajo sobre Responsabilidad Social Corporativa (RSC), que fomente valores como el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente, la integración social y laboral de colectivos desfavorecidos, etc. entre las pequeñas y medianas empresas de la comunidad andaluza.

Durante el encuentro, Toscano ha calificado esta iniciativa como necesaria, ya que es la primera de este tipo puesta en marcha en Andalucía, donde además ninguna empresa posee la certificación SA8000 de RSC, “aunque nos consta que alguna cooperativa ya está trabajando al respecto”, ha matizado. Según datos de mayo de 2004, la situación en el resto del país no es mucho mejor, sólo el 2% de las empresas están certificadas, 400 compañías en todo el mundo. Los sectores de la moda, textil, cosmética, agricultura y transporte son los que concentran un mayor número de empresas con esta marca y algo más del 50% de ellas son pymes.

El director general de Economía Social y Emprendedores ha destacado las ventajas de la RSC, así como la necesidad de crear un grupo de trabajo que investigue, gestione, planifique y evalúe los resultados a corto, medio y largo plazo de su aplicación por parte de las pymes andaluzas. Igualmente, Toscano ha resaltado la importancia del compromiso que la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa ha adquirido al apoyar esta iniciativa y fomentar la difusión de los valores de la RSC en nuestra comunidad, “muchos de los cuales coinciden con aspectos propios de la Economía Social”.

En este sentido, Toscano ha explicado que “las cooperativas y sociedades laborales son un ejemplo claro de integración de las empresas en su entorno local, ya que la mayor parte de sus contrataciones, por no decir todas, tienen lugar en el mercado de trabajo de la zona en la que se instalan. Este hecho constituye además un punto importante a la hora de luchar contra la deslocalización”.

Por otra parte, y en relación a la gestión de los recursos humanos, Toscano ha co-mentado que, “como en las empresas de Economía Social los trabajadores son además socios de la compañía, aspectos que la RSC sugiere, como la mejora de la información y comunicación entre empresa y empleados, la igualdad en los criterios de retribución y la participación en los beneficios o en el accionariado de la empresa, ya se ponen en práctica en estas sociedades porque forman parte de sus características propias”.

Finalmente y respecto a la inserción laboral de personas con especiales dificultades para acceder al mercado de trabajo (discapacitados, parados de larga duración, miembros de minorías étnicas, ex reclusos, etc.), según el director general de Economía Social y Emprendedores, “tenemos el mejor ejemplo en el Programa Pioneros 106, que precisamen-te utiliza fórmulas empresariales de Economía Social, como son las cooperativas y sociedades laborales, para este fin”.