Un estudio presentado hoy por Oracle revela que la mayoría de las empresas en Europa, Oriente Medio y África (EMEA) han sido incapaces de proteger sus cadenas de valor frente a eventos imprevistos. El informe, “Gestionar la cadena de valor en tiempos turbulentos”, incluyó entrevistas a 677 responsables de la toma de decisiones en grandes organizaciones de nueve países de todo EMEA, para evaluar cómo las empresas están gestionando actualmente sus cadenas de valor. Examinó los principales aspectos de la gestión de la cadena de valor, incluyendo riesgos, información de gestión, innovación y sostenibilidad.

Conclusiones del estudio

  • La disrupción se ha convertido en un mal endémico. En los últimos 12 meses, el 63 % de las empresas en EMEA ha registrado una interrupción  en su cadena de valor debido a eventos impredecibles que escapan a su control, como problemas económicos (24 %), condiciones meteorológicas adversas (19 %) y quiebra de los proveedores (16 %).
  • Es mucho lo que está en juego. Entre aquellas empresas que han experimentado una disrupción en los últimos 12 meses, les ha llevado 63 días de media volver a la normalidad en las operaciones después de un incidente. El coste para las organizaciones ha supuesto una media de 520.000 euros por incidente, e incluye los costes asociados a las ventas y clientes perdidos, las devoluciones de productos y el trabajo que implica tener que reconstruir la cadena de valor.
  • Deficiencias en la valoración de riesgos. A pesar de que la disrupción afecta a la cadena de valor, el 75 % de las organizaciones admitió que no han realizado una valoración de riesgos sobre todos los elementos de la cadena, quedando así expuestas a las pérdidas económicas. De hecho, el estudio revela que el 58 % de las empresas que no han realizado una evaluación de riegos completa se han visto afectadas por una interrupción, lo que subraya el impacto que está teniendo esta falta de preparación.
  • La conformidad normativa presenta un desafío. La conformidad tiene también una especial importancia para las grandes empresas de EMEA, ya que el 79 % tiene que cumplir, al menos, alguna legislación específica y regulación comercial que afecta a su cadena de valor. La investigación muestra, sin embargo, que una proporción significativa de las empresas está teniendo problemas para cumplir estas regulaciones: el 30 % ha fracasado en los últimos doce meses en el cumplimiento de al menos una de las regulaciones a las que debía adherirse. El fracaso en el cumplimiento de la legislación puede conllevar multas económicas o, en casos extremos, condenas legales para la empresa.
  • Las empresas tienen problemas con la comunicación y la colaboración. El 82 % de los responsables de la toma de decisiones declaró que los departamentos o grupos en sus organizaciones funcionan, por lo general, mal a la hora mantenerles informados. Además, el 85 % de  los responsables de la toma de decisiones declaró que los departamentos/grupos de personal dentro de sus organizaciones tienen problemas para proporcionarles datos oportunos e información relacionada con productos y servicios. Esta falta de comunicación supone un importante problema para poder conocer y gestionar la cadena de valor.
  • La tecnología levanta una barrera para la comunicación y colaboración eficaces. El estudio revela que una pobre infraestructura de comunicaciones puede tener la culpa de muchos de estos problemas de comunicación. El 61 % de las empresas declaró que la comunicación y la colaboración internas sufren debido a los problemas tecnológicos y/o con los datos. Asimismo, el 21 % piensa que tiene tecnología incompatible y uno de cada cuatro (27 %) cree que su organización trabaja con sistemas TI inadecuados para manejar este problema. Un 56 % declara que los problemas con los datos y/o los problemas tecnológicos perjudican a la colaboración y comunicación externas.

Declaraciones

  • “El estudio deja claro que muchas grandes empresas en EMEA están luchando a brazo partido con su cadena de valor. La imagen que pinta el estudio muestra que una falta de comunicación y colaboración, combinada con una pobre valoración de riesgos y medidas inapropiadas para la conformidad normativa, están exponiendo a las empresas a un riesgo de interrupción operativa importante y a pérdidas económicas. La buena noticia para las empresas es que este estado de cosas puede remediarse. Garantizando que todas las aplicaciones de la cadena de suministro puedan trabajar juntas, las empresas pueden compartir información con rapidez y de forma efectiva en costes a lo largo de toda la organización, de una forma flexible y adaptable. La  cadena de valor permite a las empresas mantener las promesas hechas a los clientes. Es un activo de vital importancia y, como tal, debe ser adecuadamente gestionado y protegido”, señala Dominic Regan, director de ejecución de la cadena de valor en Oracle.
  • “La investigación demuestra muy claramente que los consumidores y las empresas de todos los tipos y tamaños están interconectados a través de sus cadenas de valor. Una cascada de incidentes que tienen lugar en distintas partes del mundo puede afectar a los clientes tanto local como globalmente. La complejidad de estas cadenas de valor es inmensa, como lo son los retos que plantean a las compañías. La investigación muestra que hay espacio para la mejora en términos de funcionalidad, y que la mayoría de cadenas de valor no sobreviven ante incidencias comunes, por lo que estas cadenas de valor no son muy deseables en términos de oportunidades e influencia”, declara Cherry Taylor, director general de Dynamic Markets.