El consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio de Santander, Eduardo Arasti, y el director general de la Fundación Gas Natural Fenosa, Martí Solà, inauguraron hoy en Santander el seminario La energía del transporte y el medio ambiente, durante el cual se expuso la relación entre la contaminación producida por vehículos y la calidad del aire urbano, ya que las emisiones proceden, cada vez más, del transporte y del tráfico.

Seminario medioambiental
Seminario medioambiental

Durante la jornada, se destacó que a pesar de que los automóviles actualmente son menos contaminantes que en el pasado, el gran aumento del número de vehículos en circulación ha neutralizado en cierto modo la mejora tecnológica. En la última década el parque de vehículos en España aumentó un 23%, superando los 33 millones.

En el seminario también se presentaron las ventajas del gas natural vehicular, un combustible más económico y menos contaminante que el diésel o la gasolina. Martí Solà, director general de la Fundación Gas Natural Fenosa, afirmó que con las tecnologías tradicionales no es posible reducir hasta el límite necesario los niveles de emisiones. Solà también explicó que es necesario que en España se desarrolle una infraestructura de carga para vehículos que funcionen con gas natural, ya que éstos “suponen un ahorro de hasta un 50% y reducen en más de un 85% las emisiones de óxidos de nitrógeno y partículas en suspensión”. En España hay 3.200 vehículos que funcionan con gas natural, de los 14 millones que circulan en todo el mundo.

En esta jornada, Jesús Álvarez, de la Universidad Politécnica de Cataluña, expuso que el uso racional de los vehículos y la implantación de combustibles alternativos permiten minimizar el impacto del transporte sobre la calidad del aire. En este sentido, Teresa Moreno, del instituto IDAEA del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), destacó que en las ciudades españolas se requiere un esfuerzo especial para mejorar la calidad del aire, a causa de la alta densidad de población y tráfico, su arquitectura urbana compleja, la alta radiación solar y temperatura y la baja ventilación y precipitaciones en algunas áreas.