Faltan menos de 100 días para que la Universidad Loyola Andalucía abra oficialmente las puertas de sus aulas y comience el primer curso de un proyecto, nacido de la tradición educativa de la Compañía de Jesús, cuya misión es la de formar personas comprometidas con el desarrollo de la sociedad. En palabras de su rector, Gabriel Pérez Alcalá, “Loyola Andalucía es una universidad para todos, donde tienen un sitio todos los que se reconocen en el esfuerzo constante y en la búsqueda de la excelencia profesional y humana”.

Loyola Andalucía
Loyola Andalucía

Será el 4 de septiembre cuando la primera promoción de la Universidad Loyola Andalucía acceda a las aulas de sus dos campus, Córdoba-ETEA y Sevilla-Palmas Altas. Una fecha histórica para un proyecto que ha visto la luz en apenas tres años gracias al trabajo riguroso y comprometido de un equipo, liderado por Pérez Alcalá, el respaldo de los Jesuitas y la colaboración de la Junta de Andalucía.

Porque la Universidad Loyola Andalucía no surge de la nada. Para cumplir las exigentes condiciones y los plazos marcados por la Administración, ha sido clave la experiencia de ETEA y los cincuenta años de actividad docente que atesora como Facultad de Ciencias Empresariales. De ETEA, institución arraigada en Córdoba y con reconocido prestigio universitario, surge Loyola, “dirigida a la formación en el ámbito de las ciencias sociales y la tecnología, con vocación investigadora y producción científica que proponga soluciones reales a los problemas que afectan a nuestro mundo”, explica Pérez Alcalá. El objetivo es claro e ilusionante: ser reconocida como ‘doctoral research university’ y entrar en los principales rankings de universidades en menos de 10 años.

Los objetivos son optimistas pero también alcanzables, porque Loyola Andalucía es una universidad que se mueve. En redes sociales, se presenta a sí misma como “una fábrica de oportunidades”, una universidad con intención de formar personas “para el mundo” y con una amplia oferta académica de grados, postgrados y doctorado en los que se adquieren conocimientos y habilidades, a los que se añaden lo que los Jesuitas consideran pilares y esencia de su formación: los valores.

Ocho titulaciones componen la oferta inicial de grados en la Universidad Loyola Andalucía: Administración y Dirección de Empresas (ADE); Derecho; doble grado Derecho-ADE; Economía, Comunicación; Ciencias Políticas y de la Administración; Trabajo Social; e Ingeniería Electromecánica.  Carreras orientadas a la empleabilidad, así como al fomento de la iniciativa empresarial, y en las que la enseñanza de idiomas cobra especial relevancia.

Titulaciones que podrán ser estudiadas en los dos campus con los que cuenta actualmente la Universidad Loyola Andalucía, Sevilla-Palmas Altas y Córdoba-ETEA, ambos con instalaciones modernas y con los sistemas más avanzados para la docencia universitaria.

En Palmas Altas, la Universidad Loyola Andalucía cuenta con dos de los siete edificios del complejo perteneciente a la empresa Abengoa. La visita a estas instalaciones es sorprendente, por el diseño, por los estándares de calidad en su construcción, por la certificación de sostenibilidad y porque sus aulas están equipadas con todo lo que un estudiante del siglo XXI puede esperar. Desde el mes de noviembre, más de un centenar de centros han visitado el campus con una alta valoración de las instalaciones y la impresión de estar viendo “la universidad del futuro”.

El Campus Córdoba ETEA aúna la tradición y la historia con la modernidad de un proyecto de futuro. Inaugurado en los años sesenta, ocupa una superficie de 2.837 metros cuadrados, incluyendo instalaciones deportivas y cuatro edificios dedicados a la actividad docente. El pasado mes de septiembre se inauguraba el último de esos edificios, que sigue los mismos criterios de diseño, calidad y sostenibilidad de Palmas Altas, y en cuya construcción se ha destinado un presupuesto aproximado de 4.000.000 de euros.

El denominado Edificio 4 cuenta con 18 aulas y una capacidad total de 851 alumnos y marcará la línea a seguir en la remodelación de los otros edificios y la construcción de otros nuevos ya previstos en el plan estratégico de la institución.

Dos campus a los que en un futuro se sumará un tercero, que estará ubicado en el término municipal de Dos Hermanas (Sevilla), con previsión de comenzar su construcción en 2014 y entrar en funcionamiento en el año 2016.

Pero la Universidad Loyola Andalucía no se puede describir sólo con datos y cifras. Las personas son el núcleo de un proyecto, con ETEA como germen, que contará con más de 400 empleados en 2015, entre profesorado, investigadores y personal de administración y servicios (PAS).

Personas como Javier Nó, ex vicerrector de la Universidad Pontificia de Salamanca, que llega a Loyola Andalucía como decano adjunto y responsable de los estudios de Comunicación; o como el abogado Juan Antonio Carrillo, también decano adjunto de la Facultad de Ciencias, Sociales, Jurídicas y de la Educación; Pilar Navarro, experta en Derecho de la Energía y ponente de varias leyes andaluzas en el Parlamento de Andalucía que actualmente coordina el Instituto Loyola-Abengoa Research; o el economista Manuel Alejandro Cardenete, que recientemente se ha incorporado como director del departamento de Economía Aplicada de Loyola Andalucía. 

Estos cuatro son ejemplos de nuevas incorporaciones que se suman al equipo ya formado y con amplia experiencia de ETEA. Y entre todos, afirma Gabriel Pérez Alcalá, “hacer crecer el proyecto”.

Así pues, la cuenta atrás ha comenzado para la Universidad Loyola Andalucía. En apenas tres meses, cientos de alumnos ocuparán sus aulas. Un alumnado que habrá superado las pruebas de admisión que se han realizado a lo largo del mes de mayo y que dentro de unos años podrán llevar a gala formar parte de la primera promoción de un proyecto que surge en Andalucía y que se proyecta hacia el mundo.