El Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS) abrirá sus puertas a lo largo de 2009. Así lo ha anunciado la consejera de Salud, María Jesús Montero, durante el acto de colocación de la primera piedra de estas nuevas instalaciones cuya construcción y puesta en marcha supondrá 14,1 millones de euros.

Más de 500 profesionales trabajarán en estas instalaciones cuya especial ubicación -en los terrenos del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla- permitirá unificar la investigación básica y clínica en un mismo espacio físico, lo que contribuye a acelerar la transferencia de los resultados obtenidos en laboratorio a la práctica clínica.

En concreto, su plantilla acogerá a 16 grupos de investigación, lo que unido a los investigadores visitantes y al personal de apoyo, podrá elevar el número de trabajadores del IBIS a los 200. Si bien, estos grupos trabajarán estrechamente con los más de 300 investigadores del Hospital Virgen del Rocío, con lo que el verdadero tejido investigador del IBIS asciende al medio millar de personas.

El nuevo edificio que albergará al IBIS supondrá una inversión de 8,5 millones de euros -procedentes en un 70% de Fondos Feder concedidos a la Universidad de Sevilla y un 30% cofinanciados por la Consejería de Innovación-. A esta cantidad se suman los hasta dos millones aportados por la Consejería de Salud correspondientes a equipamiento e infraestructuras; los 2,1 millones de la Universidad de Sevilla y la Consejería de Innovación correspondientes a los equipos que ya están actualmente en el Laboratorio de Investigaciones Biomédicas, y hasta 1,5 millones del CSIC para mobiliario y equipamiento científico, por lo que el conste total del centro, con equipamiento e infraestructuras, alcanzará los 14,1 millones.

Actividad investigadora
La actividad investigadora del Instituto de Biomedicina de Sevilla se centrará en aquellas áreas relacionadas con las patologías más frecuentes en la población, desarrollando investigaciones de carácter multidisciplinar sobre sus causas, nuevos métodos para avanzar en su diagnóstico y formas de tratamiento.

En concreto, se impulsarán los estudios en el ámbito de las neurociencias, lo que le permitirá otorgar un importante impulso a la investigación y conocimiento sobre determinadas enfermedades neurodegenerativas -Parkinson o Alzheimer-, la isquemia cerebral, la neuropsicolfarmacología, las patologías infecciosas y del sistema inmunitario; las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, y la genética humana, el cáncer y la patología molecular.

Asimismo, realizará también estudios horizontales sobre tecnologías relacionadas con genes, células y tejidos -técnicas de terapia celular, creación de tejidos y órganos artificiales, desarrollo de animales genéticamente modificados, biochips-, y estudios en áreas emergentes como la ingeniería biomédica (desarrollo de equipamiento para telemedicina, biomecánica y procesado de imagen).

Incluirá un animalario con capacidad para generar modelos de animales modificados genéticamente. Este aspecto del IBIS tiene por objeto avanzar en el mejor conocimiento de las enfermedades y la respuesta a los tratamientos médicos. Para ello, se establecerá un acuerdo de cooperación entre las partes firmantes y el Centro de Producción y Experimentación Animal de la Universidad de Sevilla.

Formación investigadora
Junto a la investigación científica, el Instituto de Biomedicina promoverá los programas de formación de investigadores y de profesionales sanitarios, e impulsará la colaboración con otros centros para fomentar una cultura de excelencia en investigación en salud.

Además, participará en el desarrollo de una estructura de red de investigación en biomedicina en Andalucía, que fomentará sus relaciones con otras redes en España y Europa para potenciar la convergencia con las políticas europeas de investigación.

El IBIS, que dirige el científico José López Barneo, se constituyó formalmente el 24 de marzo de 2006 gracias al acuerdo firmado entre la Junta de Andalucía -a través de las Consejerías de Innovación, Ciencia y Empresa, y de Salud-, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Sevilla.