Hoy en día ser autónomo no es tarea fácil. Más bien todo lo contrario. Supone un ejercicio de vocación, esfuerzo, profesionalidad, responsabilidad y, por qué no decirlo, de valentía en una época donde los trabajadores por cuenta propia están siendo golpeados con dureza por el desempleo, la falta de financiación, la morosidad, la economía sumergida y los impuestos.
Tanto en Andalucía como en el resto del país el colectivo autónomo es el que más está sufriendo la pérdida salarial y el descenso del poder adquisitivo de los españoles. Lamentablemente, todo ello se ve reflejado en la caída del consumo y en el alarmante descenso de las ventas del comercio al por menor, lacras que están provocando que los autónomos tengan cada vez menor capacidad de maniobra para solventar las dificultades y poder afrontar el futuro con optimismo.
Por ello, es necesario que las administraciones impulsen actuaciones que reactiven el consumo. También se hace indispensable el establecimiento de vías de financiación para que puedan surgir nuevos negocios y para que los ya existentes sobrevivan en unas condiciones cuanto menos dignas.
En medio del desierto por el que deambulan los autónomos en la actualidad, aparece como un oasis la Ley de Apoyo al Emprendedor, que fue aprobada definitivamente en el Congreso a mediados de septiembre. Esta norma contempla una serie de medidas positivas para los autónomos como la extensión de la tarifa plana de 50 euros a cualquier nuevo emprendedor, tal y como reclamó OPA al Gobierno al solicitar que no fuera discriminatoria en cuestión de edad y sexo. Otra de las actuaciones incluidas la Ley es el IVA de caja, un criterio positivo en términos generales, aunque que debería haber entrado ya en vigor y no en enero de 2014 como contempla la norma.
Pero no todos son luces dentro del texto. Y es que la Ley de Emprendedores presenta también algunas sombras. No en vano las medidas incluidas para apoyar la financiación de los emprendedores resultan escasas y se quedan cortas. Por este motivo desde OPA, que es la organización de profesionales por cuenta propia más antigua de España, instamos a las administraciones a que impulsen condiciones crediticias justas, efectivas y rápidas a la vez que exigimos que se establezcan los mecanismos necesarios para facilitar el acceso al crédito a los autónomos y emprendedores.
El Pacto Andaluz para la Promoción del Trabajo Autónomo (del cual forma parte OPA), tiene también una gran importancia para los profesionales por cuenta propia en Andalucía, ya que supone un reconocimiento a la importante labor que realiza este colectivo. Dicho plan debe sentar los cimientos sobre los que se construya una nueva política de apoyo a los autónomos y a los emprendedores a la vez que tiene que trazar las líneas maestras en las que puedan trabajar de manera conjunta las entidades y organizaciones que, como OPA, velan por los autónomos.
Esperemos que la Ley de Emprendedores, el Pacto Andaluz para la Promoción del Trabajo autónomo y otras leyes como la de Unidad de Mercado mejoren la situación de los profesionales por cuenta propia y no se conviertan en un mero espejismo o en bonitas palabras llenas de intenciones pero que se las lleva el viento.
Todas estas medidas tienen que reanimar a los autónomos, un colectivo que, ahora más que nunca, debe permanecer unido ante la adversidad. Como motores de la economía y creadores de empleo y riqueza, los autónomos van a sacar a España de la crisis económica. Pero para ello necesitan ayuda y que las administraciones, entidades y todos los sectores implicados en la materia remen en la misma dirección para llegar a buen puerto.
Desde su fundación en el año 1990, la Organización de Profesionales y Autónomos (OPA), que representa a más de 230.000 autónomos (23.241 autónomos en Andalucía), juega un importante papel a la hora de motivar en el autónomo la conciencia de colectivo, tan importante en estos momentos. Todo ello resulta esencial para que los trabajadores por cuenta propia permanezcan unidos y, de esta manera, puedan reivindicar sus derechos sociales, económicos y de diversa índole.
Camilo Abiétar Rubio, Presidente nacional de OPA