Kelisto.es, la web del ahorro, ha analizado las consecuencias que la reorganización del sistema financiero ha tenido en los consumidores, especialmente a la hora de utilizar sus tarjetas de débito y crédito. Las conclusiones de nuestro estudio, basado en las estadísticas del Banco de España, revelan que uno de cada diez cajeros ha desaparecido desde el comienzo de la crisis y que el número de dispensadores por habitante ha caído al nivel más bajo de la última década.

Desde el inicio de la crisis han desaparecido 6.725 cajeros, es decir, el número de cajeros se ha reducido un 10,9% desde hace cinco años. Según nuestro análisis de las estadísticas del organismo regulador, los consumidores tenían a su disposición 54.989 dispensadores a cierre del segundo trimestre de 2013, frente a los 61.714 que había en 2008.

En la práctica, esto se traduce en una disminución del número de cajeros automáticos por ciudadano. En 2008, la ratio de cajeros automáticos por 10.000 habitantes era de 16, mientras que la tasa ha caído hasta los 14,1 al cierre del pasado año, el dato más bajo desde 2001.

Entre las principales causas que han provocado esta progresiva desaparición de cajeros destacan la proliferación de la banca online o el uso de las nuevas tecnologías (donde el pago a través de los smartphones ha tenido especial protagonismo). Sin embargo, el motivo que más peso ha tenido ha sido el cierre de oficinas. Desde el comienzo de la crisis en 2008, las entidades financieras han cerrado un total de 7.925 sucursales (lo que supone una disminución del 17,2%), de las cuales casi 2.000 echaron el cierre a lo largo de 2012, según datos del Banco Central Europeo.

“Todas las comisiones medias que aplica la banca por retirar dinero de un cajero se han incrementado en los últimos siete años, tanto si el consumidor utiliza tarjeta de crédito o de débito, como si lo hace en dispensadores de su propia red o de redes distintas. El caso más alarmante es el de las tarjetas de débito. Las tasas que aplica la banca por retirar dinero con estas tarjetas en cajeros de su propia red han pasado del 0,5% del dinero extraído en 2005 al 1,35% en 2012, es decir, se han multiplicado casi por 3” declara Estefanía González, responsable de Finanzas Personales de Kelisto.es.

“Estas tasas no están reguladas por el Banco de España,  sino que cada entidad puede aplicar las que considere oportunas. Y la realidad es que, al contrario de lo que sucede en otros países europeos, la mayoría de los bancos cobra comisiones cuando un usuario saca dinero de un cajero de otra entidad o de una red distinta a la suya. En este contexto, la reducción del número de cajeros provocará que al consumidor le resulte mucho más complicado encontrar un dispensador donde poder disponer de efectivo de forma gratuita” explica Estefanía González.

Más cajeros de Servired y menos tarjetas en circulación

El número de cajeros automáticos no es lo único que ha cambiado desde que comenzó la crisis. También se ha modificado la cuota de mercado de cada una de las operadoras. En 2008, Servired era el líder del sector con una cuota de mercado del 52,4%2, seguida de Euro6000 (27,4%2) y 4B (20,1%2). Cinco años después, Servired ha sido la única que ha conseguido aumentar la cuota de mercado hasta alcanzar el 60% del total. Por el contrario, tanto Euro6000 como 4B han perdido alrededor de cuatro puntos de cuota cada una, hasta quedarse en un 23,5% y un 16,4% respectivamente.

Por su parte, el número de tarjetas en circulación, tanto débito como crédito, también ha caído en un porcentaje similar al del número de cajeros: un 10,5% desde el inicio de la crisis. En concreto, de las 76,4 millones de tarjetas que había en circulación en 2008, se ha pasado a 68,3 millones a cierre del segundo trimestre de 2013, un nivel que se no se veía desde el 2005.