Manuel Alejandro Cardenete es director del departamento de Economía de la Universidad Loyola Andalucía. Como uno de los analistas económicos más consultado y reconocido, nos da algunas claves sobre la economía en 2014 en un entorno general. Evolución, retos, acontecimientos a no perder de vista y una pincelada sobre Andalucía. Y cree que 2014 será el año del punto de inflexión en de la crisis.

En líneas generales, ¿cómo creé que evolucionará la economía en 2014?

Manuel Alejandro Cardenete
Manuel Alejandro Cardenete

Todo parece indicar que 2014 será el del año del punto de inflexión. Todas las previsiones, tanto las realizadas por servicios de estudios nacionales como por organismos internacionales, apuntan a una media de consenso de crecimiento en PIB del 0,8%. En el caso de la Unión Europea el dato será más positivo, moviéndose en el entorno del 1,4%, algo más escaso en la zona euro con algo más cercano al 1% (1,1%). En cualquier caso, tasas algo alejadas a las del crecimiento mundial que se moverá por encima del 3%.

¿Y cuáles son los retos que debe encarar la economía española?

Afrontar las reformas aún no culminadas: la energética -a la vista de los últimos acontecimientos esto se hace imprescindible, la del mercado laboral -ya iniciada sus trámites-, y la del sistema financiero, sin olvidar de la no acometida aún de verdad, la de la Administración Pública.

¿Que no debemos perder de vista en cuanto a acontecimientos económicos?

Varias incertidumbres están encima de la mesa: uno sería la ratificación de la salida de la crisis de los EEUU, el crecimiento sostenible de los BRICS y la recuperación alemana. Si estos tres bloques no defraudan, las probabilidades de salida generalizada de la crisis, son elevadas. No hay que perder de vista el cierre no en falso de la crisis financiera y los endeudamientos públicos de los grandes países.

¿Qué visión tiene sobre 2014 para Andalucía? 

En cuanto a Andalucía las previsiones de crecimiento económico estarán en la línea de la economía nacional, aunque seguramente de forma más positiva. Hay previsiones que apuntan a un 1,1% de crecimiento de su PIB. Este dato pudiera incluso quedarse corto. El comportamiento del sector exterior, turismo e industria agroalimentaria, hacen presagiar un crecimiento incluso superior. Pero la clave, al igual que en el conjunto nacional, va a estar en si este crecimiento se va a trasladar a disminución del desempleo. Y a esa pregunta la respuesta es que se reducirá muy levemente, no cayendo más allá de 3-4 puntos porcentuales sobre la situación actual.