Grecia asume el próximo día 1 la presidencia de turno de la Unión Europea, un semestre en el que se ha propuesto impulsar el empleo juvenil y mejorar la política de inmigración, pero que estará también marcado por la omnipresencia de la troika y un Gobierno que vive su momento más frágil.

El Gobierno de Atenas ha elegido como pilares de su presidencia cuatro temas de importancia cardinal para los países del sur: la unión bancaria, la política de inmigración, la lucha contra el desempleo juvenil y la política marítima.