El BBVA obtuvo un beneficio neto de 2.228 millones de euros en 2013, el 32,9 % más que el año anterior, debido, entre otras cosas, a las menores dotaciones a provisiones que realizó en el ejercicio, informó hoy el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Ángel Cano, consejero delegado de bbva
Ángel Cano, consejero delegado de bbva

El Grupo BBVA cerró el pasado ejercicio con una tasa de morosidad del 6,8 %, frente al 5,1 % de 2012, incluyendo la actividad inmobiliaria en España, explica la entidad, que añade que los indicadores “tendieron a estabilizarse en la última parte del año en España, con una caída en los saldos dudosos”.

En el último trimestre, el margen de intereses retomó la senda alcista. Lo anterior, junto con un buen comportamiento de los resultados de operaciones financieras (ROF), explica que el margen bruto alcanzase en diciembre los 21.397 millones de euros (+2,6% a tipos constantes, -2,3% a tipos corrientes). Turquía, Asia y América Latina contribuyeron con un 60% del margen bruto.

BBVA continuó invirtiendo en regiones emergentes, mientras que contuvo el gasto en los países desarrollados. Esta gestión llevó a un margen neto de 10.196 millones de euros (-3,0% a tipos constantes, -8,2% a tipos corrientes), que permitió absorber los saneamientos crediticios asociados a España, tras la clasificación de los créditos refinanciados efectuada en el tercer trimestre. La fortaleza de este margen coloca a BBVA a la cabeza del ranking  de rentabilidad medida en términos del margen neto sobre activos totales medios (ATMs).

La tasa de mora del Grupo BBVA cerró el año en un 4,6%, con una cobertura del 59%, sin tener en cuenta la actividad inmobiliaria en España. Los indicadores tendieron a estabilizarse en la última parte del año en España, con una caída en los saldos dudosos en el cuarto trimestre. Excluyendo el impacto de la clasificación de los créditos refinanciados, las entradas en mora apenas variaron en el cuatro trimestre frente al anterior. Además, fueron menores a las registradas en cada uno de los dos primeros trimestres.  

La solvencia de BBVA continuó al alza. El core capital, según Basilea II, sumó en el año 82 puntos básicos hasta el 11,6%. Asimismo, la ratio core capital según Basilea III fully loaded, que asume todos los futuros impactos de la normativa, se situó en el 9,8%, muy por encima de los mínimos regulatorios.

La posición de liquidez también ganó holgura durante el ejercicio. BBVA redujo sus necesidades de financiación en 33.000 millones de euros y mejoró la estructura de su balance gracias a la favorable evolución de los depósitos.

El ejercicio presentó algunos aspectos atípicos. En España, la sentencia sobre las cláusulas suelo de los préstamos hipotecarios de consumidores y la clasificación de los créditos refinanciados; en Venezuela, la mayor hiperinflación respecto a 2012 y la devaluación de la divisa; y las transacciones corporativas en América Latina (BBVA Panamá y negocios de pensiones), España (seguros) y China (firma de un nuevo acuerdo con el Grupo CITIC), entre otros.   

En 2013, BBVA ha seguido invirtiendo en tecnología para ofrecer a sus clientes la posibilidad de operar desde cualquier lugar y en cualquier momento, así como recibir la misma propuesta de valor a través de cualquier canal. “En BBVA estamos avanzando en nuestra reinvención desde un banco analógico, muy eficiente y rentable para los estándares del siglo XX, hacia una empresa digital de servicios del conocimiento, a la altura de las exigencias del siglo XXI”, señaló Francisco González.