La Junta de Andalucía pondrá en marcha antes de final de año la Agencia Andaluza de la Energía, “un instrumento imprescindible para el desarrollo de las políticas contenidas en el Plan Energético de Andalucía”, según anunció en el Parlamento el consejero de Innovación, Ciencia y Empresa, Francisco Vallejo.

El Consejo de Gobierno aprobará antes de que concluya 2004 los Estatutos de la Agencia, que contendrán, entre otras previsiones, la determinación de sus órganos de dirección, participación y control, las competencias y funciones que se le encomiendan, los recursos económicos, el régimen presupuestario, económico-financiero de intervención, de control financiero y contabilidad.

Según explicó Vallejo, la creación de la Agencia “se inscribe en la apuesta de la Consejería de aunar mediante alianzas estratégicas la innovación tecnológica y la investigación para impulsar nuevas actividades económicas”.
De esta forma, una vez que entre en vigor el Decreto de aprobación de los Estatutos, la Agencia comenzará su funcionamiento a lo largo del próximo ejercicio en cuyos presupuestos se incluyen las partidas necesarias para el inicio de sus actividades.

Constitución de la Agencia
El proceso de constitución de este órgano parte de la aprobación de la Ley de creación 4/2003 de 23 de septiembre publicada en BOJA número 189 de 1 de octubre, hace un año. Desde ese momento, y tras el proceso de elecciones autonómicas, el Gobierno andaluz ha realizado todo el procedimiento administrativo que permitirá en breve iniciar la andadura de la Agencia.

En este sentido, este nuevo órgano “permitirá optimizar, en términos económicos y ambientales, el abastecimiento, la generación y la distribución energética en Andalucía, fundamental para nuestro desarrollo económico y la calidad de vida de la población”.

“Andalucía –explicó Vallejo- dispone de suficientes recursos naturales con potencialidad energética que permiten un adecuado aprovechamiento energético y que deben permitir en los próximos años un progresivo avance en la implantación de energías renovables en la región que contribuya de manera significativa a nuestra suficiencia energética pero que además, mediante la aplicación de proyectos de I+D+i, puede y debe hacer de Andalucía un referente de innovación, de tecnología y de productos susceptibles de ampliar nuestra presencia en los mercados internacionales también en materia energética”.