El año 2014 ha comenzado con los mejores pronósticos para la economía europea. Así, algunos países muestran ligeros crecimientos tras varios trimestres de recesión, el desempleo se estabiliza, y, en algunos casos, como el de España, comienza incluso a retroceder. ¿Está viendo Europa el final del túnel? Tras cinco años de crisis los europeos quieren creer que sí, o al menos así se deduce de las conclusiones que revela el Observatorio Cetelem del Consumo Europa 2014, en el que por vez primera el estado de ánimo de los ciudadanos continentales remonta desde el año 2008: la media de europeos aprueba su situación personal con una nota de 5 (entre el 1 y el 10), mientras sigue suspendiendo la situación general de los países, aunque con mejor nota: un 4. En este sentido, los españoles y los portugueses confirman la tendencia de mejora que ellos habían apuntado con su percepción de la situación general, aumentando igualmente su nota de percepción en el plano personal (4,7/10 para los españoles y 4,1/10 para los portugueses, siendo en ambos casos + 0,2 puntos frente a 2013).

Una de las primeras conclusiones que arroja esta edición del Observatorio Cetelem es la del incremento del consumo en los hogares de los principales países europeos, incluido los españoles, donde nuestra país tiene una previsión de crecimiento para 2015 del 1,9%.

En esta línea se sitúan los datos que arroja la intención gastos de los europeos: un 40% de ellos tiene pensado gastar más en los próximos 12 meses, un 33% en el caso de los españoles. En este sentido, los europeos que quieren consumir más el próximo año son los eslovacos (77%), seguidos de los rumanos (71%), los checos (41%) y los alemanes (40%). En cuanto a esta intención de gasto, en España aumenta en 7 puntos el porcentaje de consumidores españoles que tiene intención de comprar más en los próximos meses, con respecto a la estadística del año pasado.

¿Y en qué quieren gastar los consumidores europeos?. Viajes y ocio es sin duda el sector donde los ciudadanos continentales tienen pensado gastar más, seguido de los electrodomésticos de gama blanca, reformas y smartphones. Las declaraciones referentes a los gastos de automóviles son muy reveladoras: una media del 16 % de los europeos considera comprar un vehículo de ocasión durante los próximos doce meses, contra el 11% favorables a una adquisición de vehículo nuevo en este mismo periodo. Y si la intención de compra se acota a un plazo más corto, a tres meses vista, los viajes y el ocio se despegan notablemente del resto de productos y servicios, acaparando el gasto de un 24,6% de los europeos; ello es debido, a nadie se le escapa, de las inminentes vacaciones de verano.

En cuanto a las intenciones de ahorro, y en este contexto de aumento de intención de gasto de los ciudadanos, son en general más bajas o estables en el conjunto de los países europeos, con la excepción de Italia, Hungría (+1 punto respectivamente), la República Checa (+2 puntos) y Eslovaquia (+6 puntos). En 2014, los doce países estudiados por el Observatorio Cetelem anuncian un nivel de ahorro similar, con un 37% de los consumidores de media declarando un deseo de aumentar su ahorro, contra el 39% en 2013. En el caso de España, esta intención de ahorro en 2014 se sitúa en el 38%, el mismo porcentaje que el declarado el año pasado.

¿Y cómo gastará el europeo? La mayoría de ellos (43%) afirma que no cambiará sus hábitos y seguirán comprando principalmente en tienda física. Esto ocurre particularmente en Francia (59%), en Portugal (53%) y también en España (52%). Frente al 11% de europeos que por su parte declaran que comprarán cada vez más en tienda, un 37% de los ciudadanos afirma que cada más realizará sus compras en Internet.

En este sentido, la web de una marca puede marcar una gran diferencia frente a sus competidores; esto ha sido confirmado por una gran mayoría de europeos (62%). Lo que resulta novedoso ahora es que internet es claramente una fuente de tráfico hacia las tiendas. Cerca de tres de cada cuatro europeos declaran que la calidad de la web o de una aplicación móvil puede incitarles a ir a las tiendas de la marca o del distribuidor correspondiente. Los españoles declaran por encima de la media (62%) con un 68% que declara que compraría si la calidad de la web fuese satisfactoria. Esta tendencia refleja, no tanto una competición entre Internet y las tiendas, que van de la mano, sino una competición de nuevas estrategias de marketing que cada marca deberá integrar.

De hecho, tal como revela el Observatorio Cetelem 2014, los consumidores han tomado una decisión: quieren internet y también quieren las tiendas, de tal manera que imponen a las marcas una interdependencia creciente entre los canales. De hecho, con el auge espectacular de los smartphones y de las tablets, los europeos están cada vez más conectados (un 42% de ellos confirma que tiene un Smartphone, sin ir más lejos). Querer separar el “online” del “offline” no tiene ya ningún sentido.

Así lo corroboran distintas estadísticas, tanto en uno como en otro sentido: El 70% de las últimas compras de los europeos se realizaron en una tienda, pero el 73% de ellos también declara que Internet es una excelente herramienta para acercarles a esos puntos de venta físicos. Y más datos que confirman las ventajas de este matrimonio de conveniencia comercial: un 58% de los europeos estarían motivados a visitar una tienda si les propusieran ofertas, así como un  41% de ellos confirma que usa un comparador de precios en tienda.

Resulta evidente que los ciudadanos consideran Internet como una herramienta imprescindible en el proceso de información de sus compras, aunque la tienda sigue muy viva. Y un último dato revelador: 20,6 % es el porcentaje de crecimiento registrado por el e-commerce en España en el segundo trimestre de 2013, lo cual reafirma la tendencia de crecimiento sostenido y progresivo que viene reflejando el comercio electrónico en nuestras vidas.

El Observatorio Cetelem Consumo Europeo 2014 está basado en encuestas online realizadas a 7.918 europeos, interrogados con muestras de al menos 500 individuos por país y procedentes de 12 países Alemania, Bélgica, España, Francia, Hungría, Italia, Polonia, Portugal, República Checa, Rumania, Reino Unido y Eslovaquia.