Según los últimos datos revelados por la Encuesta de Población Activa (EPA) se está confirmando el cambio de tendencia en el mercado laboral. No obstante, siguen siendo muchas las voces que desde el sector empresarial (CEOE), reclaman el aumento de medidas que permitan aumentar su competitividad y conlleven la creación de empleo. Las empresas necesitan ajustar sus gastos y para ello, son cada vez más necesarias diferentes medidas de trabajo flexible, eficaces y sencillas de aplicar. De este modo, la valoración de la CEOE sobre los datos de la EPA, coincide con las conclusiones del último estudio mundial llevado a cabo por Regus entre más de 19.000 empresarios, en el que se destaca cómo el 76% de las empresas encuestadas consideran el trabajo flexible como una forma de ahorrar dinero y aumentar la competitividad.

A pesar de la recuperación y de las medidas emprendidas por el Gobierno de España en su Reforma Laboral, la implantación de estas medidas de trabajo flexible siguen estando más arraigadas en otras economías maduras y emergentes. Tanto es así que, si todas las compañías de los Estados Unidos implementasen horarios laborales flexibles, podría suponer un ahorro anual de 15 mil millones de euros.

Trabajo flexible
Trabajo flexible

A nivel interno, además de reducir costes, el trabajo flexible también concede grandes beneficios a las empresas que lo ponen en marcha. Esto se ve claramente reflejado en que 9 de cada 10 encuestados (89%) reconocen que esta opción conduce a una mejora de confianza en sus puestos de trabajo, lo que es realmente clave para lograr la felicidad laboral. Pero la mejora de la moral entre los trabajadores no es lo único que se consigue, según el 86% de los empresarios españoles que participaron en la encuesta el trabajo flexible es una clave para impulsar la productividad.

Prácticamente dos terceras partes (64%) de los encuestados consideran que el trabajo flexible da a las grandes compañías que lo practican una ventaja significativa sobre aquellas que no lo incorporan. Esta ventaja significa un aumento de la conectividad. Trabajar de manera flexible, en diferentes equipos ubicados en zonas geográficas dispares, permite superar rápidamente los obstáculos que tradicionalmente frenan a las grandes empresas, actuando de manera ágil y cercana.

¿El resultado? Las grandes empresas que trabajan de manera flexible están descubriendo la capacidad de reaccionar con más rapidez que nunca frente a los mercados cambiantes. Este hecho es especialmente valioso para las organizaciones que operan a nivel internacional.

Pero los beneficios no se limitan a las grandes compañías en sí. El trabajo flexible hace más fácil establecer bases permanentes que son más cercanas a los clientes, lo que da a los equipos la oportunidad de entender mejor aquello que estos clientes realmente necesitan y quieren.

Philippe Jiménez, Country Manager de Regus afirma: “El trabajo flexible conecta a las personas dentro de las grandes empresas y, a la vez, a las empresas con sus clientes. Esto ahorra y produce dinero. Además, aporta a las grandes empresas un equipo de trabajo más motivado, unos costes base más bajos y unos clientes más contentos con la atención revida por parte de la empresa”.