La producción integrada en los viñedos del Marco de Jerez, que ocupa a más de 2.500 viticultores, ha pasado de representar unas 1.500 hectáreas hace dos años, cuando se firmaron los primeros convenios de colaboración para el desarrollo de estas técnicas de cultivo, hasta las 4.000 actuales. Ésta es una de las concluisones que ha extraído el director general de Producción Agraria, Manuel Sánchez Jurado, durante la visita que ha realizado a la zona para evaluar los resultados de los programas firmados hace ahora dos años con el sector.

En el Marco de Jerez, los cultivos de vid rondan las 10.500 hectáreas, de las que 4.718 están dedicadas a programas de Producción Integrada, al amparo de los convenios de colaboración firmados por la administración andaluza con la Asociación de Empresas Cooperativas Vitivinícolas del Marco de Jerez (Aecovi) y con la patronal agraria Asaja.

Durante la reunión que Sánchez Jurado ha mantenido con la coordinadora del proyecto de Producción Integrada de Aecovi, Carmen Romero; el presidente de la Asociación, Francisco Rodríguez; y el delegado provincial de Agricultura, Juan Antonio Blanco, los coorperativistas han puesto de manifiesto la necesidad de adecuar los programas a las características de los pequeños viticultores, a lo que el director general respondió con el compromiso de ejercer un mayor control y evolución de los programas para que se adapten a sus peticiones.

Ente los logros alcanzados con la puesta en marcha de estos programas de Producción Integrada en el Marco de Jerez, Sánchez Jurado resaltó la obtención de productos vitivinícolas de alta calidad, la reducción al máximo del nivel de residuos indeseables, la protección de la salud de los viticultores, el mantenimiento de una gran diversidad biológica y la obtención de la máxima rentabilidad en sus cosechas. La subvención que la Junta de Andalucía ha destinado a dichas actuaciones en el Marco de Jerez alcanza los 841.000 euros en las dos últimas campañas vitivinícolas.

La producción integrada en Andalucía se ha multiplicado por 10 en los últimos siete años y actualmente alcanza las 150.000 hectáreas cultivadas. De éstas, el viñedo, supera las 36.800 hectáreas. Seguridad alimentaria, calidad y respeto al medio ambiente son los objetivos principales que persiguen estas técnicas, sin renunciar, en ningún caso, a los avances tecnológicos.