La Comisión Europea vuelve a insistir una vez más en imponer un impuesto de carácter obligatorio y de importante cuantía para el vino, a todos los países miembros de la Unión Europea. Esta recomendación se hace en el marco de la necesidad de una armonización de los impuestos de las bebidas alcohólicas.

Aún siendo sólo una recomendación de momento, es previsible que en los próximos meses esta intención se transforme en un documento de propuesta legislativa que tenga que pasar por las diversas instituciones comunitarias y acabar en una decisión en la que intervengan los distintos gobiernos de la Unión Europea.

UPA rechaza enérgicamente este intento de instauración de un impuesto para el vino, sector que en el momento actual tiene una tasa 0. La implantación de un impuesto cuya cuantía propuesta es de 0,12 a 0,15 euros por litro supondría hacer inviable la producción de vino en la gran mayoría de las regiones productoras españolas. Esa cuantía es prácticamente el coste de la materia prima (uva) en bastantes comarcas vitícolas. Hay que recordar que los caldos españoles son los de menor precio medio en el mercado y que un impuesto de tal magnitud los haría salir del mercado, más aún en un contexto de plena liberalización de la economía mundial y con unas fronteras totalmente abiertas sobre la base de los acuerdos de la OMC.

UPA también quiere recordar que el vino se define en nuestra Ley de la viña y el vino como un alimento natural y que cada vez son más los argumentos que lo aconsejan como un producto saludable siempre que se consuma de manera racional, y un elemento básico de nuestra dieta mediterránea, dieta por cierto cada vez más avalada tanto desde el punto de vista nutricional como en calidad y salud.

Por todo ello, UPA exige al Ministerio de Agricultura y al Gobierno Español que se oponga radicalmente a cualquier intento comunitario en este sentido.