Según una encuesta publicada por el Banco de Japón (BoJ), las empresas niponas prevén una subida del índice de precios al consumo (IPC) del 1,5% interanual para 2015, por debajo del objetivo del 2% fijado por el propio BoJ.

El banco central pretende que se alcance esta meta inflacionaria en algún momento del año próximo para terminar con un ciclo de caída de precios de 15 años, y para ello puso en marcha en 2013 un programa de compra masiva de activos.