Bajo la garantía de que no habrá leyes ni medidas unilaterales que afecten a los sectores productivos ni a la economía mexicana, el Ejecutivo federal ha enviado al Congreso la iniciativa para elevar la productividad y competitividad, con el fin de contar con una política nacional de fomento económico obligatoria para la administración pública federal, con visión no sólo a seis años (corto plazo) sino a 20 años (largo plazo).

 

Dicha iniciativa plantea que los apoyos a los sectores productivos no se harán a través de incentivos, como sucedía en el pasado, puesto que se caía en regímenes especiales que llevaban a evadir y eludir impuestos; así que todos los programas se harán con base en el gasto público, bajo la rendición de cuentas y transparencia.

 

De ser aprobada la iniciativa de ley para impulsar el crecimiento sostenido de la productividad y la competitividad de la economía nacional por el Legislativo, será el primer paso para elevar los salarios mínimos de los trabajadores, puesto que se hace obligatorio para las empresas el capacitar a sus empleados para incrementar el poder adquisitivo sin riesgo inflacionario, estableció Luis Videgaray, secretario de Hacienda y Crédito Público.