La competitividad exterior de la economía española en el tercer trimestre de 2014 avanzó frente a la UE, tomando como referencia los Índices de Precios al Consumo, como resultado de la baja inflación española respecto a la inflación media del resto de países de la UE y de la depreciación del euro frente a las monedas de estos países.

 

España ganó también competitividad frente a la OCDE, como consecuencia de la evolución más baja de los precios españoles frente a la moderada inflación media del resto de países de la OCDE y de la leve apreciación del euro en el tercer trimestre.

 

Si consideramos los ITC calculados con los Índices de Valor Unitario de Exportación, en el segundo trimestre del año se registró una ganancia de competitividad frente a la UE y a la zona euro, a consecuencia de la mayor caída experimentada por los precios de exportación españoles frente a la menor disminución en media de los precios de exportación de los países de la UE, a pesar de la apreciación del euro.

 

Frente a los países de la UE con los que no compartimos moneda y frente a la OCDE, se produjo una pérdida de competitividad. En ambos casos influyó negativamente la apreciación del euro (en mayor medida en el caso de los países de la OCDE) al igual que la pérdida de competitividad vía precio.