Según la última edición del informe Apuesta por el Crecimiento -Going for Growth- de la OCDE, acciones enérgicas y sistémicas para poner en marcha reformas estructurales integrales en una amplia gama de áreas de políticas públicas, ofrecen a los gobiernos una óptima oportunidad de aumentar la débil demanda, restablecer un saludable crecimiento económico, crear empleos y garantizar que la sociedad en pleno comparta las ganancias correspondientes.

En el informe se evalúan y comparan los avances de las reformas logrados en todos los países desde 2013; asimismo, se identifican nuevas prioridades para reactivar el crecimiento y hacerlo más incluyente. La OCDE muestra que el ritmo de la reforma estructural se ha desacelerado en las economías más avanzadas, después de un importante proceso de aceleración ocurrido durante la crisis económica global. Por otra parte, las economías emergentes están imprimiendo velocidad al ritmo de la reforma.

“Las reformas estructurales pueden ayudar a impulsar el empleo, la productividad y la demanda de apoyo, factores fundamentales para prevenir el desarrollo de un círculo vicioso en el que la débil demanda menoscabe el crecimiento potencial y la confianza, lo cual podría generar un estancamiento prolongado”, dijo Angel Gurría, Secretario General de la OCDE, durante un acto de lanzamiento de la publicación celebrado en Estambul.

“Comprendemos las dificultades que muchos gobiernos afrontan al impulsar las reformas en un contexto de escasez crónica de demanda, limitado margen presupuestario y alto desempleo. Por eso insistimos en que romper con ese círculo requerirá políticas macroeconómicas y estructurales que apuntalen la demanda y estimulen el crecimiento de forma sostenida para todos los ciudadanos”, agregó Gurría.

Gurría presentó el informe Apuesta por el Crecimiento –Going for Growth– ante el Viceprimer Ministro de Turquía, Ali Babacan, antes de la reunión de los ministros de finanzas del Grupo de los 20 (G20), realizada entre el 9 y el 10 de febrero.

El Secretario General de la OCDE comentó que las recomendaciones pro crecimiento presentadas en el informe, relativas a liberalizar el comercio y la inversión, así como a estimular la innovación, promoverían el crecimiento y a la vez apoyarían la demanda tanto en los países de la OCDE como del G20. Para lograrlo “será esencial mejorar las regulaciones de los mercados de productos y laboral, así como superar las barreras al comercio y la inversión transfronterizos”.

El análisis Apuesta por el Crecimiento -Going for Growth- representa la base de la contribución de la OCDE, de más amplio alcance, al Marco del G20 para un crecimiento fuerte, sostenido y equilibrado. Las estrategias se dirigen a incrementar el producto interno bruto (PIB) combinado de los países en un 2% en el transcurso de los próximos cinco años. También pueden ayudar a ofrecer una guía más clara sobre la dirección y sostenibilidad de las decisiones en materia de políticas públicas, “lo cual es importante para elevar la confianza”.

“La búsqueda de estrategias de reforma integral puede ser una de las claves para atender las crecientes desigualdades y las persistentes consecuencias sociales de la crisis”, afirmó el señor Gurría. “Poner en marcha reformas que aumenten las oportunidades de empleo y el potencial de ingresos de trabajadores poco calificados, que ayuden a los jóvenes a subir un peldaño en la escalera laboral y mejoren las oportunidades para las mujeres en el mercado laboral, liberará el potencial de crecimiento de nuestras economías y garantizará que dicho crecimiento sea compartido por todos.”

En Apuesta por el Crecimineto -Going for Growth- 2015 se destacan las tendencias clave en la actividad orientada a la reforma, así como áreas en donde es necesario intervenir más:

La actividad orientada a la reforma ha permanecido alta, aunque con tendencia a la baja, en España, Grecia, Irlanda y Portugal, y ha aumentado en Japón. Por otra parte, en la mayoría de los países nórdicos y en casi todos los principales países de la zona euro, dicha actividad se ha mantenido débil e incluso ha estado disminuyendo.

– El ritmo de la reforma se ha acelerado en la mayoría de los principales países emergentes, en particular China y México, lo cual refleja que en ellos se conocen los cuellos de botella y las restricciones al crecimiento existentes, así como la necesidad de reducir la vulnerabilidad a las fluctuaciones de los precios de los productos básicos y los flujos de capital.

– La productividad laboral es aún el principal impulsor del crecimiento a largo plazo. En toda la OCDE, los países dan prioridad a la educación y las políticas del mercado laboral activo, tomando en cuenta la importancia del capital basado en el conocimiento y la mano de obra calificada complementaria como fuentes de crecimiento, y conscientes de la persistencia del desempleo.

En el informe se evalúa el efecto de las reformas estructurales pro crecimiento sobre la desigualdad en los ingresos. Se apunta que las economías avanzadas y emergentes a la vez son alentadas a asegurarse de que el crecimiento sea más incluyente, mediante la eliminación de obstáculos para el empleo y la participación en el mercado laboral de grupos con escasa representación, como mujeres, jóvenes, trabajadores poco calificados y trabajadores mayores.

En el informe se examina también las presiones ambientales relacionadas con el crecimiento económico y se aborda la función de las reformas estructurales y las políticas ambientales. Se resalta la evidencia sobre la importancia de un diseño adecuado de políticas ambientales, así como su impacto en el crecimiento de la productividad.