El Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE), la Asociación RED GEM España, la Fundación Rafael del Pino y Banco Santander, a través de Santander Universidades, han presentado el Informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) España 2014. Elaborado con datos obtenidos a partir de más de 25 mil encuestas a la población y a expertos realizadas por 15 equipos de investigadores de todo el país, recoge las principales características de la dinámica emprendedora en España.

Además de proporcionar datos estadísticos del pasado año acerca de toda la actividad vinculada al ecosistema emprendedor español (Ver Anexo), el Informe GEM 2014 incorpora un monográfico sobre el Emprendimiento Social y otro que aborda la relación entre Educación y Emprendimiento en nuestro país.

Después de haber experimentado una leve caída en el año anterior, la Tasa de Actividad Emprendedo­ra (TEA) en España creció en 2014 de 5,2 a 5,4%. Esta tasa mide las iniciativas emprendedoras con menos de tres años y medio de vida en el mercado, sobre la población de 18-64 años. El ligero crecimiento de la TEA española está motivado principalmente por el incremento de emprendedo­res nacientes o personas involucradas en la puesta en marcha de negocios que recién comienzan a rodar.

Cabe destacar que desde 2011 los niveles de actividad emprendedora han oscilado entre el 5,1% y 5,8%, lo que implica cierta estabilidad en la capacidad para emprender de los españoles pese a las adversas condiciones del entorno. No obstante, estos por­centajes son inferiores a los niveles de actividad emprendedora total observados antes del comienzo de la crisis económica, entre 2006 y 2008, cuando el índice TEA llegó a superar el 7%.

Los valores actuales hacen permanecer a España por debajo de la media europea y de la media de los países impulsados por la innovación -a los que pertenece-, pero por encima de otros como Italia,  Alemania, Francia y Bélgica. En referencia a nuestro PIB, la tasa debería crecer hasta el 10%, el doble de los valores actuales.

Una particularidad de la composición de la activi­dad emprendedora total en los últimos años es que desde 2010 el peso relativo de los emprendedores con proyectos nacientes (menos de 3 meses) ha sido superior al peso que tienen los emprendedores que han conseguido convertir ese negocio nuevo en estable, lo que supone un ligero descenso en el conjunto de la actividad emprendedora.